Bolivia está inmersa en una crisis política desde el 10 de noviembre pasado, cuando Evo Morales renunció a la presidencia presionado por la cúpula de las Fuerzas Armadas. El proceso electoral que fue puesto en marcha en enero para restablecer el orden constitucional en el país, está en suspenso desde el estallido de la crisis sanitaria, quedando pendiente la fase final de campañas, algunas tareas logísticas y la votación misma que estaba programada para el 3 de mayo. El Parlamento de Bolivia completo la sanción de una ley que dispone la realización de elecciones generales en un plazo de 90 días que correrán a partir del 3 de mayo, lo que implica que la votación se realizaría a más tardar el 2 de agosto. La norma ha sido aprobada por la Cámara de Diputados. Pero el Gobierno transitorio boliviano anuncia demandas contra la ley de elecciones.