Apenas dio los primeros pasos dentro del hall, el recién llegado extrajo un arma automática y disparó a quemarropa contra sus dos excompañeros que no atinaron a nada. Los disparos impactaron en las cabezas de los marineros.
Tras balear a los dos infantes que estaban en la primera habitación, el desertor caminó rápidamente hasta la habitación donde dormía un tercer integrante de Fusileros Navales.
El marinero no tuvo tiempo de reaccionar, apenas levantó una mano como defensa. Recibió un tiro en esa mano y otros cuatro en el tórax y en el abdomen.
En la mañana del domingo pasado, la Policía encontró seis vainas en el lugar y los cuerpos de Juan Manuel Escobar (22), Alex Guillenea (25) y Alan Rodríguez (31).
La sorpresa y la experticia del ex infante le permitió realizar la masacre. El asesino había recibido entrenamiento en el manejo de armas automáticas cuando revistaba en la Marina. Cuenta con diplomas de manejo de pistolas Glock, señalaron las fuentes.
El criminal mató a los marineros con el objetivo de apoderarse de sus tres pistolas Glock. En el mercado negro se trata de un arma apreciada por su poder de tiro.
El triple homicida se apoderó de las armas. Se presume que dos pistolas Glock fueron vendidas a las pocas horas. Adicto a la pasta base, es posible que las haya cambiado por droga. Luego se fue a dormir a la casa de una pareja amiga ubicada en el pasaje Rusia”. (Bulgaria y Camino Cibils).
Según las fuentes, la pareja no participó en el triple crimen aunque conocía lo sucedido.
Los investigadores de la Dirección de Hechos Complejos y de la Zona IV trabajaron toda la noche en el Cerro y Casabó buscando datos de exintegrantes de la Armada que se hubieran ido hace poco de la fuerza.
A las 15:00 del lunes (01-jun 2020)r, los policías de ambas reparticiones allanaron la vivienda y encontraron una de las Glock y tres cargadores. El sospechoso de los asesinatos y la pareja fueron detenidos.
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