LISBOA (Texto cortesía diario EL MUNDO de Madrid )Varias decenas de militares portugueses se manifestaron (en la noche del miércoles 30 de noviembre) frente al Parlamento luso para realizar una 'vigilia simbólica' contra los presupuestos generales que el gobierno de coalición conservadora ha aprobado esta mañana en la Asamblea de la República.
La aprobación se ha logrado sin dificultades, a pesar de la oposición de los partidos de izquierdas y la abstención de los socialistas, que también han presentado sus críticas a los que han sido considerados los "presupuestos más austeros de la historia de la democracia lusa (Revolución de Abril de 1974) y los de más difícil ejecución", en palabras del propio primer ministro luso, el socialdemócrata Pedro Passos Coelho.
Por ello, los militares lusos van a pedir al presidente portugués, el conservador Aníbal Cavaco Silva, que no promulgue un documento que consideran "anticonstitucional".
Aunque de paisano y sin entonar ningún cántico o palabra de orden, los militares han querido presentarse ante el Parlamento el mismo día de la aprobación de los austerísimos presupuestos para manifestar su descontento y su indignación con los recortes que sufrirán.
Un 'tijeretazo' que según Lima Coelho, presidente de la Asociación Nacional de Sargentos, es "extremamente penalizador para las Fuerzas Armadas", que se trata, ha recordado, de "la institución cuya misión es defender la soberanía e independencia de Portugal".
Dos movilizaciones en un mes
Es la segunda vez en el mes de noviembre que los militares lusos hacen una llamada de atención al Ejecutivo de mayoría conservadora, al que dicen que "no puede aplicar los recortes de forma ciega y no deben dejarse llevar por las palabras de quienes menosprecian las manifestaciones de los militares".
En abril de 1974 fueron precisamente los capitanes los que iniciaron un golpe militar que se transformó en una revolución que acabó con más de cuatro décadas de dictadura política.
En los tiempos modernos, en los que cada vez manda más la economía, los militares portugueses vuelven a salir a la calle para decir a los políticos que les tengan en cuenta a la hora de tomar decisiones, ya que en palabras de Coelho Lima, en última instancia ellos estarán al servicio del pueblo.
El pueblo portugués tampoco ha recibido nada bien la aprobación de unos presupuestos generales que el próximo año tendrán su reflejo en el bolsillo de los ciudadanos, los que más, los funcionarios públicos y jubilados, Estos perderán una de sus pagas en caso de ganar 600 euros y las dos si sus rendimientos mensuales superan los 1.100 euros.
Subida de impuestos
Y no es la única medida que penalizará a los portugueses, porque en estos presupuestos también se han incluido nuevas subidas de IVA. La más criticada, la del aumento del 13% al 23% para el sector de la hostelería. Según la asociación que representa a los empresarios del sector, pondrá en peligro 20.000 puestos de trabajo.
También subirá el precio de algunos productos básicos de la cesta de la compra, las entradas para el fútbol y los espectáculos culturales.
Por si aún fuera poco, los portugueses tendrán que trabajar media hora más al día sin ganar más por ello. Probablemente, también se quedarán sin cuatro festivos. Entre ellos, el del 1 de diciembre, cuando los portugueses no trabajan para conmemorar la independencia de España.
Según el último indicador de confianza del mes de noviembre, divulgado por el Instituto Nacional de Estadística, los portugueses son más pesimistas que nunca con el futuro más inmediato de su economía después de que se hayan divulgado las previsiones para el próximo año.
Dichas previsiones apuntan a una recesión superior al 3% y un desempleo por encima del 13%. Aún así, en su última intervención en el debate parlamentario, el ministro de Finanzas luso, Vítor Gaspar, ha apelado a la "unidad de los portugueses".
En lo que los portugueses podrían unirse los próximos meses es en protestar al gobierno, ya que está prevista otra gran manifestación de 'indignados' para enero.
Passos Coelho se defiende
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, asume las dificultades que supondrán para las clases medias y bajas los ajustes recogidos en los presupuestos de 2012, pero los considera inevitables para recuperar al crecimiento.
"Debemos dar un paso atrás para poder dar dos adelante", subrayó el máximo responsable del Gobierno luso en una entrevista a la cadena de televisión lusa SIC, en la que también admitió la posibilidad de tener que ampliar estas medidas de austeridad si empeora el contexto económico europeo.
Passos Coelho, líder a su vez del conservador Partido Social Demócrata (PSD), admitió que "será muy difícil pasar el 2012 para las personas con rendimientos intermedios" por los recortes previstos para el próximo año.
El proyecto presupuestario fue aprobado este miércoles en el Parlamento luso gracias a la mayoría absoluta del Ejecutivo, formado por el PSD en coalición con los democristianos del CDS-PP, y recoge fuertes recortes del gasto público, un incremento de la carga fiscal y la supresión de pagas extra a pensionistas y funcionarios.
