Con disímiles interpretaciones –en función de las fuentes a las que recurrieron- los dos grandes diarios nacionales, Clarín y La Nación, dan cuenta el sábado (04 agos 2012) del decreto presidencial que “blanquea” los haberes militares.
La Nación, con más cautela que su colega, advierte, citando una autoridad militar a la que no identifica que “aún es prematuro saber como esto impactará en los sueldos”, toda vez que se trata, específicalmente, de un “blanqueo” con el implícito objetivo de procurar cortar de raiz el alud de reclamos judiciales por el pago no remunerativo de sumas en negro.
Más optimista Clarín, también basando su información en otra “fuente” militar, da cuenta que el anuncio de la Presidenta “fue bien recibido” ya que, sostiene, significa un aumento del 140% sobre los haberes. Semejante apreciación, sin aclarar si tal incremento se toma sobre los paupérrimos básicos históricos, puede aventurar –en los medios de prensa menos prevenidos o en los más intencionados- que los militares han arrancado un aumento que los coloca en los sectores privilegiados de la pirámide salarial estatal.