L21 de diciembre de 202100:05
ICarlos Manfroni
PARA LA NACION
“… He de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará”, dijo Caín, después de dar muerte a su hermano; y Dios le respondió: “Al contrario, quienquiera que matare a Caín lo pagará siete veces”.
Hay acontecimientos que figuran en el relato del comienzo, en el testimonio de un tiempo primigenio, para mostrarnos una especie de ADN de la historia; hechos de tal gravedad que contaminan a todos los protagonistas, de un lado, de otro, y también a los espectadores. La Argentina lleva en su sangre el germen del fratricidio.