Los brasileños afirmaron que apoyan el reclamo de soberanía de la Argentina en el archipiélago pero aclararon que esa posición no afecta la “importante asociación” que tienen con Gran Bretaña, según publicó la agencia Reuters.
A través del embajador en Brasilia, Daniel Scioli, la Cancillería argentina envió una extensa nota a Itamaraty para reclamar que hubo al menos siete vuelos registrados que hicieron escala en Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Recife sólo en lo que va de enero a febrero de 2022.
“Cabe mencionar que estos vuelos constituyen una manifestación de la presencia militar ilegítima del Reino Unido en el Atlántico Sur, la cual ha sido calificada por los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados como contraria a la política de la región de adhesión en la búsqueda de una solución pacífica a la disputa por la soberanía”, decía la nota que envío Scioli la semana pasada al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, desde Itamaraty respondieron a Reuters defendiendo esos aterrizajes: "La posición brasileña de autorizar el sobrevuelo y aterrizaje de aviones militares británicos en la ruta de las Malvinas se guía por el principio de no contribuir a la modernización y expansión de los recursos militares y del potencial bélico del Reino Unido en ese archipiélago", dijo un funcionario del ministerio de relaciones exteriores brasileño. Esa respuesta hacía referencia al argumento de que los británicos militarizan las Malvinas. "La política adoptada por Brasil con respecto a las autorizaciones en cuestión es exclusivamente unilateral", abundó el funcionario.
"Brasil apoya los derechos legítimos de Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. El apoyo a las elecciones argentinas no afecta las relaciones de Brasil con el Reino Unido, socio importante de Brasil", le dijo un funcionario brasileño a Clarín consultado sobre el diferendo.
Durante años los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y también de Mauricio Macri, la Argentina pidió a los vecinos del Mercosur que no permitieran el aterrizaje de vuelos británicos que van a Malvinas en sus aeropuertos. Hubo quejas presentadas a Chile y a Uruguay por las escalas aéreas y también por el uso de los puertos por parte de buques con bandera de las Malvinas.
Por lo general, esos vuelos eran pocos y se justificaban en razones humanitarias o de necesidad técnica, siempre según Londres. Pero cada vez empezaron a ser más.
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En su momento, el Mercosur prohibió por pedido de Argentina que barcos con bandera isleña atracaran en sus puertos. Una medida que nunca funcionó del todo y que cayó desuso.
Desde 2020, los isleños están sin vuelos de Latam a Malvinas y para transportarse usan esos aviones militares que van desde el Reino Unido a Malvinas. Nunca hubo una respuesta tan contundente como la de Itamaraty de este miércoles. Aún así, en el Gobierno argentino no quieren que la tensión suba más.