Un caballo del Regimiento de Granaderos que conformaba la formación escolta de la Presidenta en su desplazamiento al Congreso de la Nación, se desplomó muerto en las adyacencias de la explanada de la sede parlamentaria en un hecho que no tiene precedentes conocidos en la historia de este tipo de ceremonias.Su jinete resultó ileso.
Hubo un gran revuelo y poco después, a través de las redes sociales y subida por un espectador, la foto de infortunado animal fue reproducida por los sitios de Internet de los principales medios de difusión.
La temperatura no era elevada, pero quizás pudo haber influido en el equino, al margen de alguna razón no detectada por el servicio veterinario del Regimiento, el hecho de que a diferencia de lo que es tradicional, la marcha por la Avenida de Mayo se hizo literalmente al galope en lugar del tradicional trote ceremonial. En efecto, pasaron menos de cinco minutos desde que la Presidenta descendió del helicóptero en el helipuerto vecino a la Casa de Gobierno hasta su arribo al Congreso, casi 20 cuadras después. Por lo general, ese trayecto, mandatarios y personalidades que son escoltadas por Granaderos lo cubren en unos quince o veinte minutos.