Los derechos humanos fueron manejados por hijos de terroristas. Por otra parte, tenemos uniformados presos por los mal llamados juicios de lesa humanidad, muchos de los detenidos con 6, 8, 16 y más años sin condena firme, lo mismo que los 820 muertos en cautiverio. Ese es el saldo del curro de los derechos humanos y que a los argentinos nos ha tocado pagar más de 3500 millones de dólares en indemnizaciones y todo el circo que esto arrastra (un verdadero negocio), que junto al odio y la venganza contra quienes no permitieron que nuestra patria fuera gobernada por un Firmenich o Santucho para que la Argentina no se convirtiera en la Cuba del sur, que no nos cambiaran nuestras costumbres y que un trapo rojo reemplazara a la celeste y blanca fueron las fuerzas policiales, las de seguridad y los militares, quienes enfrentaron una guerra que en los 70 los mismos subversivos impusieron. El objetivo de los terroristas era fusilar a más de 500.000 personas, entre ellas figuraban jueces, empresarios, religiosos, educadores, uniformados, gremialistas y a todo aquel que se le opusiera; sus lemas eran “tomar el poder con las armas”, “en la boca del fusil está el poder”.
Hoy la casta goza de las mieles gracias a los verdaderos conquistadores de la democracia, quienes, después de muchos años en prisión, esperan con optimismo la merecida libertad por este gobierno que exclama: “¡Viva la libertad, carajo!”.
Miguel F. Prestofelippo
DNI 11.071.957
Publicado en La Nación