“El próximo 2 de julio se cumplen 46 años del ataque de
Montoneros al comedor de la Policía Federal, donde
fallecieron 24 personas y más de 60 resultaron heridas.
Entre los organizadores de ese terrible atentado se
encuentran Horacio Verbitsky y Mario Firmenich, ambos
libres. Ninguno cumplió condena. Pasean por las calles sin
ningún cargo de conciencia. Ambos eran las cabezas de
Montoneros. Los familiares de sus víctimas nunca tuvieron
respuestas. Fueron olvidadas por 46 años. Por otro lado,
Julio Flores, detenido desde 2014, fue juzgado y condenado
a cadena perpetua. La acusación se remonta a 38 años atrás
de su detención, al año 1977. Flores, entonces de 19 años,
era cabo de la Fuerza Aérea, el rango más bajo del arma,
con ocho meses de antigüedad. La razón de su detención es
que su nombre figuraba en el libro de guardia de la Brigada
Aérea, en El Palomar. A Julio Flores, que hoy tiene 64 años y
padece cáncer, le negaron reiteradamente la prisión
domiciliaria. Por estos días comenzó una huelga de hambre.
Mientras los organismos de derechos humanos se hacen los
sordos, ciegos y mudos, un soldado enfermo va muriendo.
¿Alguien de la Justicia podría explicar por qué están libres
dos altos mandos de Montoneros que organizaron una de
las masacres más grandes de la historia argentina, mientras
un ex cabo, enfermo, está preso por la única razón de que
su nombre figuraba en un libro de guardia? ¿Hasta cuándo
vamos a tolerar esta Justicia tuerta y vengativa? ¿Van a
permitir que un hombre continúe con la huelga de hambre
para que pase a ser el muerto número 726 de los mal
llamados presos por “lesa humanidad”?
La Argentina, único país donde la pared orina al perro”.