El también comandante en Jefe -continuo Clarín- se refirió a las críticas al proyecto de la oposición y de organismos de Derechos Humanos, que acusaron al Gobierno de violar la ley nacional de defensa y de querer utilizar a los militares para reprimir la protesta social. "Los invitamos a debatir y a dejar de lado los dobles discursos y a un trabajo en conjunto, porque estas son las fuerzas armadas de todos los argentinos", sostuvo.
En el Ejecutivo no temen por ahora que la oposición se una detrás de una iniciativa para voltear los dos decretos decretos ad hoc que Macri firmó en los últimos 7 días. En rigor, no creen que tengan las herramientas, porque consideran que son decretos simples y que no alteran la ley de Defensa. Por ahora, en lo político seguirán marcando las contradicciones del massismo y el kirchnerismo, cuyos candidatos en 2015 propusieron involucrar a las Fuerzas Armadas en Seguridad Interior o desplegarlos en asentamientos. En el Frente Renovador señalaron que la reestructuración de las FFAA representa un ajuste encubierto.
"Tenemos un sistema de defensa desactualizado por años de desinversión. Necesitamos un funcionamiento más eficiente de las FFAA", diagnosticó el mandatario, que compartió la mesa con el ministro de Defensa Oscar Aguad, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el presidente provisional del Senado Federico Pinedo y con los jefes militares: el Teniente General Bari del Valle Sosa (Estado Mayor Conjunto), José Luis Villán (Armada), Claudio Pasqualini (Ejército) y Enrique Amrein (Fuerza Aérea). "Debemos saldar la deuda histórica con las FFAA de la democracia", bramó el Presidente antes de degustar una sfoglia de tomate con mozzarella, jamón crudo y albahaca, lomo con salsa de dijón y pastel de lima con frutos rojos. La organización de la cena esta vez dependió de la Fuerza Aérea.
En los próximos días Macri terminará de darle forma a la reforma de las Fuerzas Armadas. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich y Aguad trabajan en un nuevo decreto que explicitará cuáles son los objetos estratégicos que custodiarán de ahora en más las FFAA y las de Seguridad. En la nueva norma se incluirán además objetivos que no figuran como tales en la legislación vigente. Algunos de ellos -radares, centrales eléctricas atómicas y represas- ya fueron adelantados por este diario.
El decreto se suma a los dos anteriores con los que el Presidente avanzó en la reforma. Con el primero, el 683, que se publicó en el boletín oficial el 24 de julio, se introdujeron cinco cambios en el decreto 727/06 y se derogó el 1691/06., que llevaban la firma de Néstor Kirchner. El decreto macrista permite a las FFAA actuar frente amenazas extranjeras, aunque no sean de carácter estatal y prestar apoyo logístico a las Fuerzas de Seguridad. El decreto al que aludió Macri en su discurso es el el 727/18, incluye la Directiva de Política de Defensa Nacional" (DPDN), y habilita la modificación del despliegue de unidades y el envío militares a la frontera norte para combatir el narcotráfico. El primer capítulo resume, además, la visión del Ejecutivo sobre la política exterior, a la que ahora deberán adaptarse las Fuerzas Armadas. Incluye la activa participación argentina en el Mercosur “a partir del cual ha promovido el acercamiento a la Alianza del Pacífico y también su participación en la ONU y en la OEA y señala al gobierno de Venezuela como “régimen autoritario”; muy lejos del DPDN que Cristina Kirchner firmó en 2014 y que daba un rol preponderante a la UNASUR y a la alianza con Caracas.
Tal como publicó Clarín, el decreto insta al ministerio de Defensa a elaborar una política de mediano plazo para que el Ejecutivo presente un proyecto de Ley de Personal Militar que reemplace la Ley N° 19.101 vigente y revise la cantidad de empleados en el área, incluido los eventuales reservistas. En lo sucesivo, tanto Seguridad como Defensa aprobarán resoluciones en ese sentido. “Tenemos que tener unas Fuerzas Armadas más eficientes”, insistió Macri en su discurso. El pedido de mayor eficiencia para las empresas militares y de eficacia paras las FFA incluye procedimientos administrativos más veloces para vender y comprar predios militares. Ese detalle fue otro de los condimentos que tensaron en la previa el clima entre el Ejecutivo y las fuerzas. El otro fue la paritaria, que en un principio se cerró en un 8% y finalmente llegó al 20%, luego de que los militares se negaran a desfilar el 9 de Julio. El Presidente no evitó el tema. "Continuamos avanzando para lograr la mejora de la pauta salarial y nos propusimos corregir paulatinamente -insistió- el proceso de destrucción de material militar".
Los integrantes de la Mesa de Seguridad que coordina el cada vez más influyente secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo -presente en la velada- junto a Aguad, Bullrich, el canciller Jorge Faurie, el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia Gustavo Arribas, y solo a veces el ministro de Justicia Germán Garavano, fueron los encargados de informar y comunicar la estrategia para el sector a los socios de Cambiemos.
Clarín recordó, además, que horas antes de la cena, al l mediodía, Elisa Carrió, pasó por la Casa Rosada para entrevistarse con el vicejefe Mario Quintana y con su pupilo, el secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez. La reforma de las Fuerzas Armadas fue parte de la discusión. La jefa de la Coalición Cívica acompaña y el grueso de los radicales, también.
Macri, por último, aludió a los 44 tripulantes del ARA San Juan e invitó a los militares a ser parte del proceso de transformación. "Necesitamos trabajar juntos en el proceso de reconversión pensando en el presente pero sobre todo en el futuro", dijo.
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