República Argentina: 4:43:16am

 


El dato sale a luz tras una serie de accidentes que involucraron a los aviones de la Fuerza Aérea. El último, el 14 de febrero, ocurrió en Santiago del Estero y tuvo como protagonista a un cazabombardero A4-AR, matrícula C-302. Los pilotos se salvaron de milagro. Según confirmaron fuentes oficiales, en la investigación del hecho interviene la Junta de Accidentes de la FAA y expertos de la ANAC. Los informes finales todavía no están disponibles, pero extraoficialmente todos coinciden que hubo una falla del motor. Con esa baja, ahora quedan solo 7 de los 36 A-4AR Fightinghawk que entraron en servicio en 1997, durante la presidencia de Carlos Menem.

La crisis se vislumbra en los modelos defensivos, de transporte o para adiestramiento. De los 53 Mirage III comprados a partir de 1968, apenas quedan 14 en el Grupo 6 de Caza de la VI Brigada Aérea, con asiento en Tandil. La mayoría está en pésimas condiciones. No tienen radar en servicio, lo que les impide interceptar aeronaves. Y solo vuelan con buenas condiciones meteorológicas porque falla el “horizonte artificial” (ADI), un instrumento que le permite al piloto conocer la posición relativa del avión en el espacio. Los Mirage están en la mira desde 2007, cuando una tragedia opacó una exhibición en Tandil. A partir de ese momento, diversos informes recomendaron la desprogramación antes de 2014.

“El país no cuenta actualmente con medios suficientes para desarrollar un verdadero control del espacio aéreo. Seguir insistiendo con el uso de los aviones es suicida y criminal”, le dijo a Clarín el diputado Julio Martínez (UCR), autor de un extenso informe sobre el estado de los aviones de la Fuerza Aérea. La principal conclusión es que de cada 10 aviones, apenas 1,5 a 1,7 están en servicio por día. Aunque se trata de un mercado dinámico, otras fuentes aeronáuticas advierten que los datos podrían ser peores. El proceso de desinversión se remonta a la década de los 80´, aunque se profundizó en los últimos diez años. Durante la gestión de Horacio Jaunarena al frente del Ministerio de Defensa (2001-2003), el 50% de los aviones estaban en servicio. El porcentaje cayó hasta el 40% con José Pampuro y llegó a un 30% con Nilda Garré (2005-2010).

La aeronave insignia en materia de apoyo de fuego, el IA-58 Pucará, apenas cuenta con 34 aviones disponibles de los 200 que llegaron a fabricarse para la FAA.

El panorama no cambia en los aviones de entrenamiento de pilotos. Según el informe elaborado por Martínez en base a partes diarios de unidades aéreas de todo el país, actualmente hay 34 B-45 Mentor de los 90 originales, y 27 Embraer EMB 312 Tucano. “El Tucano se encuentra en la mitad de su vida útil, exhibiendo importantes problemas de mantenimiento, agravados por la falta de sostén logístico como producto de la ausencia de proveedores de repuestos en el mercado local y la falta de interés de empresa internacionales en cubrir las necesidades ”, asegura el informe. La solución que se vislumbra para que los alumnos hagan sus primeras horas de vuelo es el IA-73, un avión entrenador básico que se está desarrollando en la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), en Córdoba. Se trata del primer desarrollo de esa fábrica luego de la estatización.

A la crisis de la flota se le suma el éxodo de los pilotos hacia las aerolíneas comerciales. Ese proceso significa una pérdida económica enorme para el Estado, que invierte $10 millones por cada piloto.


La situación en la Armada

La flota de guerra presenta dos graves problemas, según un informe de la UCR que Clarín reveló en enero. Uno falta de entrenamiento de los marinos por reducción de horas de navegación y otro por carencia de repuestos y mantenimiento. Según fuentes militares, los estándares internacionales recomiendan que cada barco sea navegado por lo menos 90 días por año. Es decir, 16 buques deberían navegar 1.440 días en total. Pero la flota en el 2012 navegó sólo “329 días” y este año, según el presupuesto asignado por el Gobierno, “solo navegará 161 días”.

El diputado radical Julio Martínez, ex presidente de la comisión de Defensa, está preparando un informe sobre la flota para confrontar con los datos del Gobierno, si Puricelli accede a rendir cuentas al congreso. El informe señala que de los 60 buques que tiene la Armada “solo 16 están en condiciones de navegar”. Esto se suma al hecho del hundimiento de la fragata “Santísima Trinidad” en Puerto Belgrano y el embargo de la fragata Libertad en el Puerto de Tema, en Ghana, cuya liberación el Gobierno festejó.


 

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