República Argentina: 5:02:56am

Estados Unidos mantuvo su posición de que no impedirá la incorporación a la OTAN de cualquier país que lo solicite, en ejercicio de su soberanía. Rusia, por su parte, sostuvo que sin un compromiso “vinculante” de Estados Unidos y la OTAN de no desplegar misiles en las ex Repúblicas Soviéticas, no replegará sus tropas de la frontera con Ucrania. Los voceros occidentales dijeron que el diálogo está abierto y los de Rusia que sin gestos concretos, era difícil que se reanudara. El Secretario de Defensa británico sostuvo que su país entregará armamento defensivo a Ucrania y que tropas inglesas estarán brevemente en dicho país a los fines de entrenamiento. La ministra de Defensa de Alemania dijo que también entregará este tipo de armamento a Kiev en las próximas semanas. Suecia -que junto con Finlandia son dos países europeos que si bien no integran la OTAN, sí cooperan con ella- ha reforzado sus Fuerzas en una isla de su soberanía en medio del Mar Báltico. El ministro de Defensa sueco dijo que no podía descartarse un ataque en este momento. Dinamarca sumó 4 aviones F16 al patrullaje aéreo de la OTAN en el Báltico. Rusia, por su parte, mantiene y refuerza su despliegue militar ante Ucrania y está realizando ejercicios militares en la frontera con Georgia, la otra ex República Soviética que quiere incorporarse a la OTAN junto con Ucrania. En este contexto, el ex Presidente ucraniano Koroshenko -uno de los hombres más ricos del país, con una fortuna de 1.600 millones de dólares-, que gobernó entre 2014 y 2019 y está acusado de corrupción con grupos pro-rusos de la región de Dombas, se presentó en los tribunales en una actitud abiertamente opositora al actual Presidente Zeleki.

En este contexto, Estados Unidos logra que se retome un precario diálogo, mientras Rusia “dobla la apuesta” desplegando tropas en Bielorrusia. El miércoles 19, el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, visita Ucrania, buscando contener las ansiedades y temores de su gobierno. Dos días después podría tener lugar un nuevo encuentro suyo con el canciller ruso Lavrov, aunque sin demasiadas perspectivas, porque Rusia exige primero “gestos concretos” por parte de la OTAN. De ahí Blinken viaja a Berlín, donde se reunirá con los Jefes de Gobierno del Reino Unido, Alemania y Francia para unificar posiciones entre los cuatro países más grandes de la Alianza Atlántica. Por su parte, Rusia, a partir del 17 de enero, ha desplegado un contingente militar indeterminado en Bielorrusia, que realizará ejercicios militares combinados entre Moscú y Minsk a lo largo de la primera quincena de febrero. Algunas fuentes occidentales sostienen que este despliegue incluiría misiles. Desde Bielorrusia puede haber una vía de penetración en Ucrania. Voceros de la OTAN han dicho que la opción militar rusa sobre Ucrania puede tener lugar en cualquier momento. En este marco y actitud, es difícil que el nuevo intento de diálogo pueda tener éxito.

El Presidente chino habló por Zoom en la reunión del Foro de Davos, confirmando que la seguridad global enfrenta serios riesgos de sufrir una crisis. Este Foro, que anualmente reúne en dicha localidad suiza a las élites globales, tuvo al Presidente chino como principal orador. Xi apoya claramente a Rusia en el conflicto con la OTAN, pero teme el efecto desestabilizador sobre la economía mundial que tendría una crisis de seguridad. La coincidencia en los primeros meses de 2022 de la nueva ola de Covid-19, con una crisis en la seguridad global, es una compleja amenaza para la gobernabilidad mundial. La potencia asiática enfrenta la actitud belicista de Corea del Norte -un aliado difícil-, que ha realizado su cuarto lanzamiento de misiles sobre el Mar de Japón en lo que va del año. Si bien el gobierno norcoreano sostiene que son misiles hipersónicos, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur lo pone en duda. En este contexto, Estados Unidos y Japón ratificando su alianza militar, han puesto en marcha ejercicios aeronavales en la región. En cuanto a la crisis de Kazajistán, el repliegue de las fuerzas rusas que entraron para sostener al gobierno implica que la crisis está bajo control. Los cinco países de Asia Central (de los que Kazajistán forma parte) constituyen una región que se encuentra entre Rusia y China y en la cual las dos potencias por ahora tienen intereses comunes en materia de estabilidad.

Mientras tanto, el acuerdo entre Estados Unidos e Irán por la renegociación del acuerdo nuclear firmado entre Teherán y el G6, se demora. El gobierno iraní, que responde al ala radicalizada del régimen, sostiene que si Estados Unidos no levanta las sanciones económicas -aunque sea parcialmente-, no reanudará las conversaciones que se desarrollan en Ginebra bajo el auspicio de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). En 2017, la Administración Trump se apartó del acuerdo con Irán (firmado también por Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Alemania) en forma unilateral. Desde entonces, Irán fue dejando de cumplir las restricciones que había firmado. También suspendió la visita de inspectores de la OIEA, los que estiman que, durante el incumplimiento, Irán ha producido doce veces más uranio que si hubiera cumplido con el acuerdo. Este conflicto hace más compleja y peligrosa la situación en el Cercano y Medio Oriente. Israel probó esta semana su sistema antiaéreo AWR3, instalado con la cooperación de Estados Unidos. Por otro lado, la milicia yemení pro iraní realizó un atentado en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, que fue condenado por Estados Unidos. En este marco, avanzan las gestiones entre Arabia Saudita e Irán (fuertemente enfrentados en las últimas décadas) para reabrir sus respectivas embajadas. Mientras tanto, Afganistán se encamina a una crisis humanitaria, con una fuerte hambruna cuya estabilidad preocupa a China, Rusia, Irán y Estados Unidos.

La alianza occidental, articulada en la OTAN, enfrenta esta situación no sin problemas internos. El primero es entre Washington y Kiev. Es que el gobierno ucraniano teme estar al margen de las decisiones adoptadas entre Estados Unidos y Rusia que la involucren. Es claro que la OTAN no irá a la guerra por defender a Ucrania, que al no formar parte de la Alianza, no tiene su garantía de seguridad. Se limitará a apoyar con armamentos la “guerra asimétrica” que llevarían las fuerzas ucranianas contra el ocupante ruso. Por otro lado, la relación entre Estados Unidos y los otros 29 miembros de la OTAN, también enfrenta problemas. Varios de los países de esta alianza temen las consecuencias de un conflicto militar en torno a Ucrania y ven con preocupación quedar ajenos a las decisiones. Entre Francia y Alemania no hay unidad concreta, y mientras que entre los países nórdicos y de Europa Central y Oriental la amenaza rusa es prioridad, para los que están sobre el Mediterráno ésta es menor. El arma cibernética ha comenzado a ser usada por Rusia en Ucrania, denunciando Estados Unidos y sus aliados que los servicios de inteligencia rusos la han utilizado para sabotear las páginas web de siete ministerios ucranianos. También han denunciado que Moscú ha desplegado fuerzas especiales encubiertas para realizar una operación de “bandera falsa”, es decir, producir agresiones contra minorías de habla rusa en Ucrania para justificar su intervención militar.

En conclusión: la ronda de diálogo entre Moscú y la alianza occidental no arrojó resultados, aumentando la tensión militar en el conflicto; el despliegue militar en Bielorrusia es una clara manifestación de ello que refuerza la exigencia de Moscú de hechos concretos antes de reanudar el diálogo; al mismo tiempo, los lanzamientos de misiles de Corea del Norte sobre el Mar de Japón involucran a China y a este último país por diferentes motivos; no hay avances en el diálogo entre Irán y el G6 en torno al acuerdo nuclear y eso incrementa la tensión en dicho conflicto; por último, la OTAN muestra matices y diferencias ante la crisis de Ucrania y ello ha llevado al Secretario de Estado de EEUU, a visitar Kiev y a reunirse en Berlín con los Jefes de Estado de Alemania, el Reino Unido y Francia.

 

(*) Director del Centro de Estudios Nueva Mayoria

 

 

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