República Argentina: 7:40:47am

 

on de unos 10.800 Rublos (200 Euros) mientras que en Rusia se sitúan en 37.000 Rublos.
Dice el medio gráfico citado que Cristina Kirchner, como es lógico, se alineó con los EE.UU y Europa. Que la embajadora argentina en la ONU, Marita Perceval , votó en el Consejo de Seguridad a favor de una condena al referéndum, que no fue aprobada por el veto ruso
Según cables de las Agencias AP, AFP y EFE levantadas por La Nación, Ucrania, EE. UU. y La Unión Europea desconoce el referéndum  y lo consideran violatorio a las leyes ucranianas. Moscú lo considera legítimo. Como consecuencia EE. UU. impuso sanciones  contra 11  dirigentes rusos y ucranianos (congeló bienes y prohibió transacciones comerciales. Por su parte la UE  prohibió el ingreso a su territorio y bloqueó cuentas bancarias a  13 dirigentes rusos y 8 ucranianos
 
Uno de los principales críticos de la política de Putín, el ex presidente soviético Mikhail Gorbachov alabó la política del Kremlin respecto de Crimea.
El 18 de marzo, Putin firmó la anexión de Crimea a Rusia, ignorando las sanciones de los EE. UU. y de la UE. Seguramente después será aprobado por el Parlamento Ruso y ya fue ratificado el decreto firmado por Putin  por el Tribunal Constitucional.
En tanto, el presidente norteamericano convocó para una reunión  a celebrarse en La Haya en la semana que va del 24 al 28/3 coincidente con una cumbre nuclear  que reunirá al Grupo de los 7.
Existiría preocupación en Moldavia y además en Estonia, Lituania y Letonia que si bien pertenecen a la UE, tiene poblaciones numerosas ruso parlante.
Según informaciones de las agencias de noticias AP,AFP, EFE y Reuters citadas por La Nación afirman que el Secretario General de la OTAN, el danés Anders  Fogh Rasmussen, calificó la anexión de Crimea como “una amenaza  más grave a la seguridad y estabilidad europea desde la Guerra Fría” y además  debe seruna llamada de atención para la OTAN”.
La revista argentina DEF Ed. 91 (febrero-marzo de 2014) impresa por Taeda Editora S.A., cuyo presidente es Mario Montoto y  director de esa publicación bimestral, el coronel (R) del Ejército Argentino Gustavo Gorriz, publicó el artículo titulado “Nueva estrategia de los EE.UU.- LA SEGUNDA GUERRA FRIA”, reproduciendo  textualmente fragmentos del último libro del cónsul honorario de Brasil en Karlsrube (Alemania), Dr. Luiz Alberto Moniz Bandeira (Dr. En Ciencias Políticas por la Universidad de San Pablo y profesor de Historia de la Política Exterior  en la Universidad de Brasilia) donde analiza la influencia de los EE. UU. en las revoluciones que tuvieron lugar en Georgia y Ucrania, “un intento de Washington  por modificar el tablero geopolítico en la zona de influencia de Moscú en Eurasia”
En el citado fragmento publicado por DEF dice el catedrático brasileño que el presidente George  W. Busch escribió en sus memorias, que luego de los atentados del 11 S desarrolló una estrategia para proteger a los EE. UU.  y que consistía en no hacer distinción  entre los terroristas y las naciones  que lo albergaban. Luchar contra los enemigos en el extranjero antes que estos los atacasen.
Después de los atentados, Washington consiguió que Uzbekistán autorizase la instalación de una base aérea en Khan Abad y otra en Ganci Air Base (Aeropuerto Internacional de Mans) para el paso de las tropas norteamericanas a Afganistán para luchar contra el terrorismo, “pero destinadas  en realidad a asegurar  un clima que permitiese la construcción de gasoductos por parte de la  Union  Oil Company of California (Unocal) para el transporte del petróleo de Uzbekistán hasta el océano Indico sin atravesar el territorio de Rusia”
EE. UU. consideraba que el transporte de petróleo y gas a través del  territorio de Rusia  hacia vulnerable el abastecimiento de los mercados occidentales. Para evitar posible problemas, dado que Rusia parecía el principal rival de los EE. UU. el dominio de las reservas y de las rutas del petróleo se convirtió en un tema geopolítico fundamental y debía garantizarse mediante el control de los países que antes integraron la Unión Soviética, con la instalación de regímenes pro occidentales, sostiene  Moniz Bandeira.
El autor del libro, dedica un párrafo aparte a la llamada La “Revolución de las Rosas” sosteniendo que Georgia, hacia donde los EE. UU. ya había enviado 200 asesores militares, era calificada como de vital importancia geo-económicamente y estratégica, especialmente por el oleoducto de Baku-Tiblis Ceyhan (BTC), de 1768 Km, destinado a desviar  de Rusia y de Iran el transporte del petróleo  de Azeri-Chirag- Guneshli (Mar Caspio)  y del gas condensado en Shah Deniz, a través de Azerbaiyán hacia el Mediterráneo .
En otro párrafo el Dr. Moníz Bandeira, dice textualmente:” La “Revolución de las Rosas” fue planificada y coordinada desde Washington a través del embajador Richard Miles, debido, probablemente, al temor que la inestabilidad de Georgia la llevase otra vez  hacia la órbita de Rusia de la cuál aún dependía, y mucho su economía”.
El autor mencionado le dedicó otro párrafo aparte a La “Revolución Naranja, donde sostiene  que: “Poco después  se produjo en Ucrania la “Revolución Naranja” que derrocó al gobierno de Leonid Kuchma (1994-2005). Sin embargo de la misma manera que en Georgia, aunque en Ucrania existiesen fuertes y profundas razones para el descontento popular, el movimiento fue desencadenado  por activistas, militantes de las organización Pora (Es tiempo) y de otras ONG de los EE. UU., y de la Unión Europea…que habían sustentado la campaña del candidato de la oposición, Víctor Yushchenko”.
Agrega Moniz Bandeira, que el ex presidente  del Internacional Center for Journalists y profesor de la Boston University David Anable, calificó a Georgia como el segundo de los tres “dominós” –Serbia, Georgia y Ucrania- en los cuales “revoluciones no violentas” derrocaron líderes Soviet-style, autoritarios o semi autoritarios, y los medios de comunicación jugaron un importante papel, con la asistencia técnica y financiera de occidente. Que en Europa Oriental y en las ex repúblicas soviéticas, los EE.  UU. gastaron desde 1991, un total de U$S 350 millones, financiando a medios de comunicación en la ejecución de operaciones de guerra psicológicas, mientras que los costos de la invasión a Irak, en menos de tres años, ascendieron a los U$S 200.000 millones, comentó David Anable.
También afirma el autor del Libro  La Segunda Guerra Fria, que: “No es ningún secreto, por lo tanto, que el Pentágono, a través de la United States Army Civil Affaire y  del Psychological Operations Command (USACAPOC),  el Departamento de Estado y varias organizaciones no gubernamentales…invirtieron millones de dólares para incentivar las “revoluciones de colores” en la región de la extinta Unión Soviética y cercar a Rusia. Ucrania se constituyó en una cuestión geoestratégica, no por la causa de Moscú, sino por la causa de los Estados Unidos, que, de acuerdo a lo que comentó el periodista Jonathan Steele, se rehusaban a abandonar la política de la Guerra Fría de cercar a Rusia y arriar hacia su lado a todas las ex repúblicas soviéticas…”.
El fragmento del ultimo libro del profesor Dr. Luiz Alberto  Moniz Bandeira publicado por la revista DEF,  finaliza afirmando: “ Shad Hamid, director de investigaciones del Brookings Doha Center y miembro del Saban Center for Middle East Policy de la Brookings Institution, escribió que las dos “revoluciones de colores” –la Revolución de las Rosas” en Georgia y la “Revolución Naranja”-  el fraude electoral fue el fusible y los medios de comunicación tuvieron un papel fundamental al denunciarla. Pero, por detrás de los medios de comunicación, las agencias de los EE. UU. estaban manejando  los hilos”:
Precisó al respecto que los folletos con instrucciones que los activistas distribuían en Ucrania, eran los mismos que en su momento habían distribuido los rebeldes en la plaza Tahir de El Cairo.
El diario estadounidense The New Cork Times publicó la nota titulada “Más que a la Guerra Fría, un regreso a una peligrosa rivalidad” con la firma de Peter Baker, que fue reproducida por La Nación, en la que sostiene entre otros conceptos que:”…Si no es la renovada Guerra Fría que algunos temen, al menos parece implicar el inicio de un período de confrontación y alejamiento que será difícil superar. El próximo relanzamiento de relaciones, si es que ocurre, por el momento parece lejano e improbable”.
Finaliza el artículo, afirmando que “Podría convertirse en un desagradable y prolongado conflicto entre Oriente y Occidente, dijo Michael Dobbs, historiador de la Guerra Fría que como periodista cubrió el fin de la Unión Soviética.
 
El  19 de marzo, la periodista Muriel Balbi publicó en Infobae.com la nota titulada “Un oso que ya no hiberna”, sosteniendo que los 90s fueron difíciles para Rusia, pero en los últimos años el gigante ha ido levantando cabeza y quiere mostrar al mundo su magnificencia y poder. Que el conflicto en Crimea a su juicio es uno de los más importantes desde la disolución de la UURSS en 1991- puede convertirse en la bisagra hacia un Nuevo Orden Mundial. En ese tablero, Rusia quiere pisar bien fuerte, como el gigante que siente que es, y clama el lugar que cree que la historia le tiene destinado (como lo demostró en Crimea pero también en Siria, con las negociaciones sobre el tema nuclear iraní, etc.)
Esa potencia que se gasta 50 mil millones de dólares en Sochi solo para mostrarle su plumaje al mundo. La Rusia que no ha perdido oportunidad para poner a raya a EEUU y dejar impotente a Europa. Porque ahora el oso exhibe sus dientes y garras para hacer alarde de su poder, su tenacidad y su voracidad. Occidente debe comprender que Rusia no va a regalar su patio trasero y que está dispuesta a recuperar su lugar de potencia mundial de peso, no solo en su zona de influencia, sino también en otra partes del globo, incluida América Latina, y si no, miremos al Puerto Mariel, en Cuba; los acuerdos por puertos y armas con Nicaragua y los contratos armamentísticos con Venezuela. Moscú quiere dar que hablar, incluso por estas latitudes, concluye afirmando Muriel Balbi.
 
 
 
 

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