El gobierno de Boric respondió a través de su ministerio de Relaciones Exteriores a la queja diplomática que cuestionó la aparición de espacios marítimos chilenos en zonas que son consideradas como parte de la plataforma continental argentina.
Con pragmatismo y descartando cualquier tipo de sorpresa. Así reaccionó Chile tras la queja diplomática que realizó la Cancillería la semana pasada y que cuestionó un mapa -elaborado por estamentos especializados de la Armada trasandina- que incluyó como chilena una amplia zona marítima que la Argentina considera como parte de su territorio.
La nota de reclamo (Suala 35/2023) fue presentada el jueves pasado ante la Embajada chilena en el país y apuntó, específicamente, al “Gráfico Ilustrativo de los Espacios Marítimos de Jurisdicción Chilena”, que fue publicado por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de Chile el 23 de agosto. Ante ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno estableció que la protesta de la oficina exterior de la Casa Rosada carece de sorpresa y que es un tema que en innumerables ocasiones ya se ha revisado.
“El contenido de la ilustración a la que se hace referencia no es nuevo, y se refiere a informaciones e imágenes que son absolutamente públicas y conocidas por parte de la Cancillería argentina”, indicaron a LA NACION desde la cartera de Relaciones Exteriores que encabeza el canciller Alberto van Klaveren.
La posición chilena establece a que se publicaron cinco documentos por separado en los que se consolidaron los espacios marítimos y la plataforma continental de jurisdicción chilena a través de un gráfico ilustrativo preparado por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) junto con la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado de Chile (Difrol).
“Por lo tanto no representan en ningún caso una novedad”, agregaron de manera taxativa desde la Cancillería chilena. Tales documentos –que eran públicos y conocidos por Argentina, dicen en Chile- se remontan al año de 2020. Uno de ellos es la “Presentación ante Comisión Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas de la Isla de Pascua” de mayo 2020 y otro es el “Estatuto Antártico”, hoy Ley 21255, y que se publicó en septiembre de 2020.
Asimismo, otro denominado “Política de Defensa Nacional”, correspondiente a diciembre 2020, también se consideró, al igual que el denominado “Carta 8, agosto de 2021″, que abordó aspectos claves de la plataforma continental jurídica, ubicada este del meridiano del Cabo de Hornos. Por último, el gobierno de Gabriel Boric también consideró una presentación que realizó, en enero de 2022, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas.
Para Iván Moreira, senador del Partido Unión Demócrata Independiente (UDI) de oposición e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, indicó que si bien “la plataforma continental es un tema delicado”, el mapa cuestionado “solo incorpora nuestro punto de vista de acuerdo a nuestra legislación interna”.
"El contenido de esta ilustración no es algo nuevo. Se refiere a una sola lamina que es de información absolutamente pública y conocida por parte de la Cancillería argentina desde hace mucho tiempo. No es un caso novedoso"
Ximena Ossandón, diputada chilena
“Chile ha tenido una siempre una posición muy respetuosa en materia de conflictos por la delimitación de sus fronteras y espacios soberanos, ejerciendo sus derechos siempre apegado al Derecho Internacional. De hecho, lo que más ha ocurrido es que sea nuestro país el que presente quejas formales y reclamos a Argentina por la elaboración de políticas, documentos y mapas que en nuestra opinión, vulneran nuestra soberanía”, agregó Moreira en conversación con LA NACION.
“Por supuesto puede tener implicancias en la eventual soberanía del Territorio Antártico, pero hay que recordar que el Tratado Antártico mantiene suspendidas las reclamaciones de todos los países y Chile ha sido respetuoso de todos los Tratados Internacionales vigentes”, dijo el legislador, quien por otra parte apuntó directamente a una estrategia electoral del gobierno de Alberto Fernández en reflotar la discusión.
“Creo que la reacción de la Cancillería Argentina y su tono tiene que ver más con el escenario electoral de ese país que con el plano mismo, que no es nuevo, ni novedoso (…) La exageración y la utilización política para fines electorales internos no contribuye a fortalecer los lazos de nuestros países, considerando que ambos nos necesitamos en el concierto internacional”, señaló Moreira.
En tanto, Ximena Ossandón, diputada de Renovación Nacional y también integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, se sumó a la posición de la Cancillería. “El contenido de esta ilustración no es algo nuevo. Se refiere a una sola lamina que es de información absolutamente pública y conocida por parte de la Cancillería argentina desde hace mucho tiempo. No es un caso novedoso”, dijo la representante.
Antecedentes
La disputa por la plataforma continental se acentuó en 2021, cuando en el gobierno de Sebastián Piñera se enfrentaron ambas posiciones luego que Chile publicara el Decreto 95 relacionado con los espacios marítimos, que contemplaba la proyección de la plataforma submarina continental de Chile al este del meridiano 67 grados 16 minutos 0 segundos.
Ante ello, la Casa Rosada fustigó la pretensión chilena de avanzar sobre la plataforma continental argentina en unos 5.000 kilómetros cuadrados, conocido como la medialuna al Sur de Tierra del Fuego. Además también señaló que dicha pretensión se superponía con cerca de 25.000 kilómetros cuadrados adicionales de fondos marinos oceánicos, que son patrimonio común de la humanidad.
“Estamos declarando y ejerciendo nuestros derechos de las plataformas continentales que les corresponden a Chile y, por supuesto, sabemos que hay una sobre posición con Argentina”, dijo Piñera en 2021.
Ese quiebre generó una saga donde se publicaron distintos mapas, cada uno reflejando las posiciones entre ambos países, aunque la postura de Chile fue rechazada de manera categórica y reiteradas oportunidades por la Argentina, tanto en el plano bilateral como el multilateral.
Por Victor Garcia
Publicado en La Nación