El martes pasado, 1º de agosto, se reavivó el recuerdo, al cumplirse 45 años de la bomba que le quitó la vida a Paula Lambruschini, amiga de Lau, mi hermana.
Vacaciones de invierno. Estábamos en Mar del Plata, en la casa de la Nona. Suena temprano el único teléfono de la casa, uno negro antiguo. No nos habíamos levantado aún. Atiende mi madre. Silencio. Era papá. Le contaba lo que había pasado. No me olvido.
Han pasado 45 años y seguimos en este bendito país revolviendo el pasado. ¡Basta ya! Hubo muertos inocentes de ambos lados de la guerra sin declarar que se libró acá. Es hora de perdonar, sin olvidar los horrores para no repetirlos. Es hora de dejar de proclamar jóvenes idealistas, generación diezmada, de dejar de practicar una justicia tuerta, que no es justicia.
Por la memoria de tantos que hoy deberían estar vivos, ¡basta ya, por favor!
María Mercedes Mezzadri
DNI 14.768.076
Publicado en La Nación