La Fuerza Aérea Argentina enfrenta el riesgo de que sus aspirantes a pilotos militares se queden sin cumplir la instrucción básica por falta de aviones de entrenamiento, según un relevamiento hecho por el diario La Voz del Interior en ese instituto de formación y que es publicado en su edición de este lunes (06 feb 2012).
La severa restricción presupuestaria dispuesta por el Gobierno nacional para el área de Defensa, sin inversiones de relevancia en la materia, y la dificultad para reemplazar los vetustos aviones de entrenamiento Mentor B-45 dejarían a los flamantes oficiales egresados de la Escuela de Aviación Militar Córdoba en tierra, desarrollando tareas aledañas o ajenas a su especialidad, señala el rotativo cordobés en un artículo firmado por el periodista Carlos Paillet. La nota es ilustrada con la fotografía de un hangar de antenimiento donde yacen, parcialmente desguazados, varios legendarios Mentor.
Una vez egresados con el grado de alférez, los oficiales que optan por el “escalafón de aire” deben rendir el Curso Básico de Aviador Militar. Sin embargo, la especialización viene trabada desde que el funcionamiento de los Mentor dejó de responder a las exigencias de un adiestramiento de alto nivel.
Los Mentor estuvieron activos hasta 2007, luego de más de 50 años de acumular horas de vuelo. “Ya habían cumplido su vida útil y su estructura no soportaba cimbronazos en prácticas de tiro, por ejemplo”, comentó una fuente militar, dijo el diario.
Luego de un intento por reparar y reformular piezas de esas naves en la desaparecida empresa Lockheed Martin (reemplazada por la actual estatal Fábrica Argentina de Aviones, Fadea), los aviones no volvieron a ser aprovechados en plenitud como piezas de entrenamiento.
Ámbito Financiero publicó en octubre pasado que durante una incursión técnica de los Mentor en Fadea “se les agregó un peso que modificó las condiciones de carga y el centro de gravedad originales”, lo que impide ahora el despegue de las máquinas con el instructor y su alumno. Sólo pueden volar con un tripulante.
Por otro lado, el sitio en Internet de la Armada ( www.gacetamarinera.com.ar ) difundió un dato que fue refrendado por una de las fuentes castrenses consultadas por La Voz del Interior . El año pasado, el Curso Básico Conjunto de Aviador Militar se concentró con aspirantes de la Marina, el Ejército y la Aviación en la Base Aeronaval Punta Indio. Seis alféreces de la Escuela de Aviación Militar recibieron sus títulos de pilotos.
La Aeronáutica fue la fuerza que más destacó en la guerra de Malvinas, de la que se cumplirán 30 años.
Lo que viene.
Frente a las dificultades para encontrar un reemplazo a los Mentor, la Fuerza Aérea encaró tratativas con Chile para adquirir aviones T-35 Pillán, una máquina de instrucción básica fabricada por la empresa chilena Enaer. ¿Qué pasó? “Es un avión muy chico, que tiene problemas y no da resultados”, evaluó un vocero conocedor de aquellas negociaciones. En ese círculo, se dice que los estándares de performance de los Mentor “son irrepetibles”.
Otra alternativa es traer de la Base Aérea de Morón, en la provincia de Buenos Aires, unidades Piper Dakota. Sin embargo, las deficiencias en la preparación de pilotos no terminan con el pase a retiro de los meneados Mentor: la parte final del curso se tiene que hacer volando el avión Tucano, producido por la empresa estatal brasileña Embraer. Pero nada se puede organizar tampoco sobre estas máquinas si antes los aspirantes a pilotos no completaron la fase inicial del curso, que se realizaba con los Mentor.
El éxito de los entrenamientos diseñados para este año, que arrancarían a fin de este mes, estaría supeditado a que arriben los mencionados aviones Dakota. De hecho, este escenario de carencias se manifiesta también en los hangares del Ejército y de la Armada.
“Se trata de una transición hasta que se fabrique un nuevo avión en Fadea”, sostuvo un experto, aunque no precisó fechas para poner en pista al sustituto de los históricos y jubilados Mentor. Resignados a quedar en tierra, los aspirantes comienzan por la parte final del programa de materias en la carrera de piloto militar: el aprendizaje del idioma inglés y una variada lectura sobre operaciones aéreas. Para no aburrirse, concluye La Voz del Interior.