República Argentina: 12:13:42pm

El mayor aviador  de la Fuerza Aérea, Jorge Benítez, héroe de Malvinas, derribado en las islas cuando combatía con su avión Pucará, eyectado y vuelto al combate, sufre prisión en la cárcel Cordobesa de Bower a raíz de haber sido destinado, cuando era primer teniente, a la Policía de Reconquista, durante la administración militar, según lo informaron sus antiguos camaradas de armas.

Sus amigos dijeron que no pesa sobre Benítez ninguna imputación concreta, solo el hecho de haber prestado servicio en esa dependencia policial. Tras el 24 de marzo de 1976 numerosos oficiales militares fueron desplazados a dependencias policiales en el marco de la guerra antisubversiva.

Benítez, dijeron sus allegados, sufrió en la primera semana de julio un cuadro de angina de pecho, pero su traslado a un hospital demoró cinco horas. Sin demasiada consideración profesional fue dado de alta y regresó al penal. 

 

El oficial, héroe de guerra y condecorado por su acción, al parecer quedó en la mira de las autoridades del penal luego de pronunciar, ante otros camaradas presos, un breve discurso el pasado 2 de abril en ocasión de evocarse el 30 aniversario de la recuperación temporal de las Islas Malvinas.

En esa ocasión expresó:

Hace 30 años, cruzaba en vuelo el Mar Argentino para participar en la RECUPERACIÓN DE NUESTRAS ISLAS MALVINAS, que después de 150 años de USURPACIÓN  británica, vio flamear nuestra Bandera azul-celeste y blanca por espacio de 75 días.

Hoy nos reunimos por un aniversario, una conmemoración y para reafirmar nuestro compromiso.

En primer lugar celebramos el trigésimo aniversario del Gesto Heroico de la Patria , que sin distinción alguna reunió a todos los argentinos y nos hizo plasmar por 75 días el ansiado anhelo de alcanzar nuestra integridad territorial y el pleno ejercicio de nuestros derechos soberanos. Aún los pusilánimes, los detractores de hoy, los cobardes y traidores, no vacilaron en un espontáneo acto de amor a la Patria , en apoyar esta Causa Nacional.

Conmemoramos en segundo lugar a nuestros gloriosos caídos, que estarán por la Misericordia de Dios, gozando de su Gloria por su generosa entrega: “no hay acto de amor más grande que dar la vida por sus hermanos”.

Y en tercer lugar estamos aquí reafirmando nuestro compromiso de amor a Dios, a la Patria y a nuestros hermanos.

A Dios en agradecimiento por habernos creado, por regalarnos este suelo bendito y por la Gracia de hacernos partícipes y herederos de su Reino.

Compromiso con nuestra Patria, a quien seguimos sirviendo desde nuestro cautiverio en esta moderna cárcel del pueblo, en concreta manifestación de la expresión de odio político plasmada en nosotros: “al enemigo NI JUSTICIA”.

Y por último compromiso con nuestros hermanos, los muertos, vivos y por nacer, de que ofrecemos nuestros sacrificios, penas y dolores, en ofrenda a Dios para que olvide nuestras miserias, abandonos, ingratitudes y menosprecios, con que nuestra Nación ofende su Divina Majestad.

Solo pedimos que en esta hora aciaga de la Patria , no nos abandone ni nos permita ser traidores, sino que nos otorgue la gracia de triunfar en el martirio en su Santo Nombre y por la restauración de la Patria en Justicia, Paz y Concordia.

Que en la meditación de esta Semana Santa podamos comprender mejor la Cruz de Cristo abandonado y que sepamos siguiendo sus enseñanzas y ejemplo, comprender, perdonar y amar a quienes por miedo, acción u omisión, han permitido nuestra situación y que nuestra amada Patria se encuentre hoy en tal estado de indigencia, inmoralidad, injusticia e indefensión.

Aferrados al Manto de la Santísima Virgen en sus advocaciones de La Merced , Stella Maris y Loreto ofrezcamos esta hora de amargura, convencidos que para llegar a la Resurrección hay que pasar por la Cruz y hoy la Patria nos pide ese sacrificio.

¡VIVA LA PATRIA !           ¡VIVA LA PATRIA !           ¡VIVA LA PATRIA !

 

 

 

 

 

 

 


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