Aunque absorbido por la crisis del corona virus, el presidente norteamericano Donald Trump, no descuida –de acuerdo a analistas internacionales -su objetivo de terminar con el gobierno de Maduro en Venezuela. Esto es independiente y va por la improbable cuerda separada de que el venezolano acepte un acuerdo propuesto en las últimas horas para que deje consensuadamente el poder, algo rechazado por la cancillería venezolana
Por el contrario, el mandatario estadounidense ordenó que su Administración utilice las herramientas necesarias para aumentar la presión sobre Maduro. Trump, como se sabe, firmó un decreto que bloquea todos los activos de Venezuela en jurisdicción de los EE.UU. Además tiene restricciones a la entrada a los Estados Unidos para aquellos que han sido sancionados. El decreto también autoriza al Secretario del Tesoro, en consulta con el Secretario de Estado, a imponer sanciones a las personas que presten apoyo a Maduro y a su “régimen ilegítimo”. Como contrapartida, distintos políticos venezolanos, así como el mismo Maduro, han acusado a los EE.UU. en numerosas ocasiones de inmiscuirse en los asuntos internos de la nación caribeña.