La salida del ministro de Defensa norteamericano, ordenada casi a los gritos por el saliente presidente Donald Trump, deja un precedente en cuanto a los principios de no intervención militar en protestas sociales por causas del racismo o el abuso de fuerzas policiales. Asi se desprende de la nota firmada por la corresponsal en Washington del diario Clarín Paula Lugones (lunes 09 nov 2020).