No la perdamos
Allá por los 70 fuimos testigos del cobarde accionar de bandas de delincuentes que no trepidaron en asesinar, secuestrar, aterrorizar a efectos de usurpar el poder. La apertura democrática generó esperanzas, que fueron rápidamente frustradas, cuando en 1973 congresistas liberaron a los criminales que trabajosamente las fuerzas de seguridad habían atrapado.