En una carta dirigida a las máximas autoridades de la Iglesia Católica Argentina, con copia a todos los integrantes de la Asamblea Episcopal, el sacerdote Christian Von Wernich, recluido a prisión perpetua en el penal de Marcos Paz, denunció que las autoridades carcelarias prohibieron el ingreso diario a la capilla de ese establecimiento, como habitualmente se hacía cada tarde.
De acuerdo a la misiva, la prohibición surge de una denuncia falsa, no investigada acerca de que el sacerdote oficiaba misa en la capilla, lo que le está prohibido, imputación que este rechazó de plano. Denunció también que hubo un traslado de los miembros del servicio penitenciario que los custodiaban al juzgarse que estos podrían tener una conducta permisiva con los encarcelados.
El texto de la carta, es el siguiente;