República Argentina: 7:10:06pm

 

Cuando vio la luz aquel 12 de marzo, TIEMPO MILITAR apuntó a mostrar al grueso de la sociedad no la nefasta punta del iceberg, con el que se quería estigmatizar a las Fuerzas Armadas tras los luctuosos años 70, sino la realidad de una sólida estructura convencida para siempre de que sólo el pleno funcionamiento de las instituciones democráticas es el único camino para garantizar el desarrollo cultural y social de los pueblos.

 Pero a contramano de la vida de otros pueblos hermanos, cuyos gobiernos se empeñaron en la tarea de mirar para adelante, dejando en todo caso para la justicia el entender con ecuanimidad sobre lo que pudo haber ocurrido con la tragedia del pasado, desde hace casi una década asistimos a la sistemática destrucción de la institución militar.

 Esto determinó que TIEMPO MILITAR fuera variando progresivamente su línea editorial profundizando su atención en dos tópicos centrales: ser un espacio de expresión y defensa para quienes, cumpliendo órdenes sin poder discutirlas ni discernirlas, hoy afrontan la cárcel como también servir de canal de reclamo y orientación a quienes sufren el despojo en sus haberes después de toda una vida al servicio de la Patria.

 TIEMPO MILITARquiere agradecer por este medio las numerosas salutaciones recibidasAgradecimiento que reiteraremos en nuestra próxima edición impresa, que ganará la calle –excepcionalmente debido al inicio de la Semana Santa- el miércoles 4 de abril, en lugar del primer jueves de cada vez (en este caso Jueves Santo) como ha ocurrido invariablemente en estos últimos 19 años.

 

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