La Nacion Editorial
La Constitución nacional establece que el presidente de la Nación puede, por sí solo, conceder ascensos en el mismísimo campo de batalla, tal como hizo Domingo Faustino Sarmiento al promover a Julio Argentino Roca a general tras la Batalla de Santa Rosa, en 1874. En situaciones de paz, los ascensos de los oficiales superiores necesitan el acuerdo del Senado. Esto implica la aprobación de dos tercios de los senadores presentes, situación que también alcanza a los jueces y los diplomáticos.