El aumento “escalonado” del 24 % dispuesto por el Gobierno para los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, entre ellas las policías Federal y de Seguridad Aeroportuaria, abre una serie de interrogantes para los militares retirados que llevan adelante medidas cautelares o han logrado, gracias a ellas, una recomposición de sus haberes.
Si bien, de acuerdo a los fallos de la Corte Suprema de Justicia, el incremento debe otorgarse sobre el grueso de los haberes que percibió el personal al 30 de junio último, es decir con vigencia a partir del primero de julio, pudo saberse que existen complicaciones en las liquidaciones para los retirados en las distintas fuerzas en razón de la manera en como se fueron efectuando los pagos, en particular sobre qué base se tomaron los índices para los aumentos.
En el caso específico de las fuerzas de seguridad pudo saberse que por disposición superior, los aumentos –que todavía no fueron liquidados por haberse demorado la firma del decreto respectivo-serán abonados sobre el total de lo percibido. El interrogante persiste para las Fuerzas Armadas.
Esta previsto que los pagos comiencen a efectivizarse a partir del día 10, por lo que será necesario para hacer una correcta evaluación de lo que realmente se cobro, será a través de una ponderación puntual de cada recibo de haberes.
(ver más información en la edición impresa de TIEMPO MILITAR, que aparece este jueves 4 de agosto)
