El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, certificó el pasado viernes (23 de junio de 2011) la derogación de una ley de 1994 que impedía a los soldados abiertamente homosexuales servir en las Fuerzas Armadas del país. Lo hizo tras recibir el visto bueno del Pentágono.
Los militares homosexuales podrán revelar su orientación sexual sin ser despedidos a partir del próximo 20 de septiembre, cuando se cumplan 60 días a partir de la firma del presidente, el periodo establecido en la legislación que el Congreso aprobó en diciembre, dijeron despachos de prensa internacionales fechados en Washington.
"Hoy (por el viernes) hemos dado el gran paso final hacia el fin de la discriminatoria ley Don't Ask, Don't Tell (No preguntes, no digas), que socava el desempeño de nuestros militares y viola los principios estadounidenses de justicia e igualdad", dijo Obama en un comunicado.
El presidente certificó la medida y la notificó al Congreso después de una reunión en la Casa Blanca con el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen.
El mandatario instó a los líderes militares y civiles en el Ejército a que apliquen la nueva política "en la forma cuidadosa que este cambio exige". Además, confió en que las tropas estadounidenses, "como las generaciones anteriores que se han adaptado a otros cambios, sólo se fortalecerán aún más" con la nueva política "y seguirán siendo la mejor fuerza armada en el mundo".