Por Juan Bautista "Tata" Yofre
Infobae 26 de abril de 2020
Hizo falta que se anunciara la llegada de una delegación de médicos cubanos a la Argentina para que se volviera a iluminar todo el largo proceso de sufrimiento que envuelve a la sociedad cubana, sojuzgada por una familia, una casta de militares y empresarios sin escrúpulos desde hace más de seis décadas. Para los que siguen de cerca el devenir de la declamada “revolución socialista” caribeña no hay nada nuevo bajo el sol. Una vez que Fidel Castro ocupo el poder en 1959 la cuestión era cómo mantenerlo, porque como bien dijo en reiteradas oportunidades, el poder no se entrega nunca. “Jamás me jubilaré de la política, de la revolución o de las ideas que tengo. El poder es una esclavitud y soy su esclavo” (septiembre 1991).