República Argentina: 5:56:15am

Consciente de que no sería alcanzado por los proyectiles que le efectuaban, un buque chino que pescaba ilegalmente en aguas juridiccionales argentinas fue tiroteado por  un guardacostas dela Prefectura Naval Argentina, al que tuvo a maltraer durante cuatro días, hasta que la tripulación, aparentemente con la carga completada,  decidió ir con el barco a aguas internacionales. La tripulación no hizo caso a las advertencias pese a que le dispararon de día y de noche, a metros de la proa, durante esos cuatro días. 

 

El diario Clarin dijo que el barco, identificado como “Hua Li 8” perteneciente a una flota de origen chino, pescaba calamares dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina. El hecho fue el pasado 29 de febrero último, a la altura de la boca del Golfo San Jorge. Escapó por aguas internacionales hacia el este. Interviene el Juzgado Federal de Primera Instancia de Comodoro Rivadavia a cargo de la jueza Eva Parcio, que pidió la captura internacional del buque.

La  misma Parcio contó que no solamente se ha pedido la captura internacional del buque sino también otros detalles de la  persecución. “En un momento, y tras las advertencias, las lanchas de prefectura intentaron encerrarlo pero el buque chino siguió avanzando y las embarcaciones debieron correrse para evitar un verdadero desastre en el mar”

Todo ocurrió el 29 del mes pasado cuando pese a las advertencias por radio, la tripulación china no se detuvo. De hecho, apagó las luces y huyó hacia afuera de las 200 millas de restricción.

Los guardacostas tuvieron que recurrir a “disparos intimidatorios” durante el cruce con el buque ilegal por el Mar Argentino. El buque huyó hacia aguas uruguayas pero después volvió a ingresar a aguas argentinas pero con la radio y las luces apagadas. “Eso ocurrió alrededor del 3 de marzo y representó un gran peligro para otras embarcaciones”, dijo Parcio. El jefe de las Fuerzas de Mar uruguayo, Jorge Jaunsolo, confirmó la huida del pesquero.

En un comunicado, Prefectura detalló que “en estos casos se siguen lineamientos operativos tendientes a que los buques detengan su marcha por lo que se les realizan reiteradas llamadas por radio, tanto en idioma español como en inglés y señales sonoras y visuales para hacer contacto con el buque infractor y que no continúen navegación”.

En caso de que los pesqueros en infracción no depongan su actitud –tal como ocurrió en este caso- se efectúan disparos intimidatorios no dirigidos al buque, cumpliendo con la misión especial de preservar los recursos pesqueros del país, acorde a normas internacionales vigentes pero con la premisa fundamental de la preservación de la vida humana”.

Ahora se pidió la captura internacional del buque que, se supo, partió de un puerto chino hace más de un mes. También se supo que el barco estaba pescando calamares (es uno de los denominados barcos poteros) pero no figuraba en la lista de los autorizados por las autoridades del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

 La jueza Parcio aclaró el peligro que representó la persecución debido a  la actitud del potero extranjero: “Las lanchas de  prefectura son más rápidas, llegaron enseguida. Pero el barco chino no se detuvo en un momento en una clara actitud de rebeldía”.

 

 El recurso del calamar es muy buscado por los buques de bandera extranjera, sobre todo los chinos. Y abunda en el Mar Argentino. Por eso muchas veces se ubican en la milla 201, es decir fuera de nuestras aguas. Se han detectado hasta cien barcos.

 

 

 

 


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