Carta de lectores publicado en www.lanacion.com.ar
Con fervor apoyé las medidas adoptadas por este gobierno. También consideré que no podía, en un corto plazo, poner fin a los abusos y venganzas sobre los hombres que ofrecieron sus vidas para no perder el rumbo de un país occidental y democrático.
Ni tampoco sobre aquellos que defendieron nuestro suelo en aquella tierra gélida y robada como son las islas Malvinas. Pero nunca imaginé que se prestaran a consolidar la venganza que ejercen ciertos togados sobre los ciudadanos condenados por lesa humanidad, violando el tratado de Roma y nuestra Constitución. Es que acaban de aceptar el quite de sus retiros y/o jubilaciones y la asistencia a la salud a todos los condenados, muchos de ellos mayores y enfermos. Pero como si esto fuera poco, redactan la resolución que impone dicha medida sobre la base de considerandos humillantes. Pareciera que los términos los hubiera redactado un gobierno K o los propios terroristas. Esta desconsideración es difícil de callar, porque para agravar la medida incluye a hombres condecorados por gobiernos anteriores por su valor en combate en Malvinas. No existen antecedentes en el mundo que el propio gobierno aplique medidas semejantes. Hemos regresado a la venganza extrema. La grieta perdura.
El presidente norteamericano Donald Trump, en su primer acto de gobierno, como líder valiente, indultó a todos los condenados por el ataque al Capitolio. Lo hizo mostrándole a los togados que las venganzas ideológicas tienen límites. Aquí, a la casta solo le preocupa seguir el camino de lo “políticamente correcto”.
¡Pobre patria mía!
Carlos Oscar Wartjes
DNI 4.562.863