República Argentina: 11:33:10pm

Por Darío Palavecino publicado en www.lanacion.coom.ar

MAR DEL PLATA.- “Voy a llevar esta bandera, como fue hasta la cima del Aconcagua, ahora hasta el fin del mundo. ¡Viva la Patria!”, afirmó el capitán de navío Guillermo Tibaldi en su despedida desde la Base Naval de Mar del Plata, apostadero natural que tuvo el submarino ARA San Juan mientras estuvo al servicio de la Armada Argentina y, este sábado, punto de partida de los más de 3.000 kilómetros que emprende a pie con rumbo al extremo austral del continente para rendir un nuevo homenaje a los 44 tripulantes que tenía la embarcación al momento de su fatal naufragio.

El protagonista de esta aventura está a punto de cumplir 69 años y espera llegar en cinco meses a Puerto Almanza, al sur de Ushuaia, donde se vio por última vez en superficie al buque que sufrió una implosión el 15 de noviembre de 2017.

Con su marcha, un poco de caminata, otro poco de trote, pone también en acción la campaña solidaria que acompaña a su expedición: busca sumar donaciones para comprar pañales que se destinarán a un hospital de Tierra del Fuego, su destino final.

Lo despidieron desde su ciudad, Mar del Plata, familiares propios, también de los marinos fallecidos en el ARA San Juan, camaradas en actividad y condiciones climáticas muy parecidas a las que recién esperaba encontrar cuando alcance recorrido por el primer tramo de la Patagonia. Sus primeros pasos fueron con apenas 5°C y un viento incómodo y helado.

Como anticipó LA NACION, Tibaldi hizo buena parte de su carrera militar a bordo del submarino ARA San Juan del que, entre 2002 y 2003, llegó a ser su comandante. Varios de los tripulantes que dejaron su vida en esa última navegación del buque fueron sus compañeros o estuvieron en algún momento bajo su mando.

Es este el segundo homenaje que realiza a esa tripulación con desafíos geográficos de por medio. La anterior fue hace dos años y lo llevó a recorrer también a pie el trayecto que une a Mar del Plata con la cima del Aconcagua. Allí desplegó la bandera con los nombres de los 44 fallecidos en el submarino. Los mencionó a viva voz, uno por uno, con un grito de presente que acompañó a cada uno de los que él recuerda y menciona como “héroes de la Patria”.

La salida desde Mar del Plata tuvo una escala en la capilla de la Base Naval Mar del Plata, allí donde tanto se rezó en aquellos días en que nada se sabía sobre el destino del submarino, que permaneció desaparecido 366 días, hasta su hallazgo mediante un robot submarino. Había indicios de implosión y por esas imágenes se confirmó que, a más de 90 metros de profundidad, estaban las distintas piezas de la nave.

Tibaldi tiene en el recorrido otra misión. Al igual que en expedición al Aconcagua, aquí también hará pausas en distintas localidades que tiene al paso, donde brindará charlas en escuelas sobre el ARA San Juan, el rol de la Armada y, más allá de lo militar, los valores del trabajo en equipo, dijo a LA NACION.

En todo su recorrido tendrá acompañamiento de su camioneta, con comodidades para descanso y alimentación, que la conducirán alternativamente amigos y familiares que le darán sostén logístico y anímico. También destacó Tibaldi el apoyo expreso y absoluto de la Armada Argentina, que incluso le ha ofrecido y puesto a disposición las unidades militares que encuentre en su recorrido para que descanse, se alimente y disponga de una ducha caliente.


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