República Argentina: 11:29:08pm

Publicado por www.eldestapeweb.com

Tras el contundente triunfo en las urnas, el flamante primer ministro se reunió con el rey Carlos III y presentó a su gabinete. Entre ellos, el canciller David Lammy, que se pronunció sobre la disputa de soberanía con Argentina.

Tras 14 años, el Partido Laborista británico regresó al poder. Lo hizo de la mano de Kair Starmer que, antes de que se cumplieran 24 horas de conocido el resultado de las elecciones, mantuvo una audiencia con el rey Carlos III, asumió formalmente su cargo como primer ministro y presentó a gran parte de su gabinete. Entre ellos, a su canciller, David Lammy, que ya se pronunció sobre la posibilidad de reabrir las negociaciones con Argentina respecto a la disputa de soberanía de las Islas Malvinas.

Lammy, de 51 años, hijo de guyaneses, nació en Tottenham, barrio de la comunidad negra y pobre del norte de Londres. Su madre lo crió sola desde sus 12 años y, más allá de su dura historia, fue el primer británico negro en estudiar una maestría en derecho en Harvard, Estados Unidos. No fue el único récord que rompió: con 27, se convirtió en el diputado más joven del Parlamento, para luego pasar a ser ministro junior bajo el mandato de Tony Blair y Gordon Brown.

“Es el honor de mi vida parame ante ustedes como canciller, un descendiente de personas esclavizadas, un hombre negro de clase trabajadora de Tottenham, una comunidad que nunca había producido un secretario de Relaciones Exteriores hasta ahora. Esto habla de lo que un Reino Unido moderno, multicultural, puede ser: orgullosamente internacionalista, determinado para entregarse a la clase trabajadora y comprometido a construir un mejor futuro para nosotros”, dijo en el video que compartió en sus redes sociales ni bien se confirmó su nombramiento este viernes.

Días antes, en conferencia de prensa, se había pronunciado sobre la disputa de soberanía con Argentina. La respuesta fue rotunda: “NO”, dijo a la agencia española EFE, ante la pregunta de si un Gobierno liderado por su formación estaría dispuesto a negociar la soberanía de las islas Malvinas con el presidente argentino, Javier Milei. Sin embargo, resaltó el interés de impulsar un mayor vínculo con los países del Caribe y América del Sur. Más allá de sus raíces sudamericanas, EFE detalló que Lammy no desarrolló su idea sobre la relación con los países de Latinoamérica o la situación con Malvinas, pero resaltó que la política exterior laborista tendrá “constancia”, a diferencia -según señaló- de los continuos cambios de primer ministro y de ministros bajo los últimos gobiernos conservadores.

Los vaivenes de la posición del Gobierno

El último movimiento que tuvo el Gobierno de Javier Milei respecto a la cuestión Malvinas fue a fines de junio, durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. Allí, como ocurrió históricamente, los países del continente acompañaron por aclamación el reclamo de soberanía sobre el territorio de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte del histórico reclamo.

“Ninguna de las resoluciones sobre la Cuestión Malvinas adoptadas por las Naciones Unidas ha incluido jamás referencia alguna a la libre determinación”, dijo la canciller Diana Mondino y manifestó que “el Reino Unido procura forzar" ese principio "en favor de los habitantes británicos de las Islas". Por su parte, en línea con la normativa internacional de las Naciones Unidas, aclaró que "el derecho a la libre determinación, no es aplicable en la Cuestión de las Islas Malvinas”.

Más allá de esas declaraciones, el Gobierno nacional expuso vaivenes en sus posturas aunque siempre consonantes con la derecha británica tradicional. El presidente Milei se autodeclaró "fan" de la primera ministra Margaret Thatcher, quien gobernaba durante la Guerra de Malvinas, en 1982; y en las reiteradas ocasiones en las que le preguntaron sobre el tema sostuvo que Argentina "no creó las condiciones para que los habitantes de las Islas quieran ser argentinos".

De ahora en adelante, teniendo en cuenta los roces diplomáticos protagonizados por el Gobierno argentino con gestiones como las de Brasil, España y China, entre otras, habrá que ver qué posición toman el Presidente como la Cancillería argentina con la administración británica que se autodenomina progresista y de izquierda. Hasta el momento, la intención había sido probar el acercamiento con el conservador Rishi Sunak, algo que -incluso- llevó a que no se hiciera planteo alguno por la visita a las Islas del recién salido secretario de Asuntos Exteriores, David Cameron.

 

 


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