Mientras que miembros de la comunidad militar activa y en retiro recibieron la designación de Luis Petri como futuro ministro de Defensa con sentimientos encontrados al señalar que deberá compensar con equipo y gestión su falta de experiencia en el área, la publicación del llamado Libro Blanco para la Defensa Nacional del saliente jefe de la cartera Jorge Taiana, directamente generó indignación.
Insólitamente, Taiana hizo publicar este documento de 261 páginas, once títulos y una introducción a sólo dos semanas de terminar el gobierno de Alberto Fernández. Algo insólito si se piensa en este instrumento doctrinario además de un balance de lo que está en desarrollo planea el futuro de una gestión.
Pero a su vez, este “libro blanco” da por hechos actos y compras no efectuadas y que están en proyectos o son intenciones. Festeja equipamiento que está obsoleto o se precia de haberlos conseguido en la actual gestión cuando son anteriores.
“Creamos por ley el Fondo Nacional para la Defensa (Fondef) que destina recursos específicos para el reequipamiento militar, dotando de mayores capacidades de disuasión, modernizando el material e incorporando tecnología de última generación a las Fuerzas Armadas”, afirma Taiana sobre el Fondef. Pero creado y hecho ley entre 2020 y 2021, nunca fue reglamentando. Y en medio de la mayor crisis que se conozca en la historia, y de un presupuesto para la Defensa en picada, no se está utilizando para compras ni modernización de equipamiento alguno sino para necesidades básicas de las fuerzas, que tienen problemas para cargar combustible a los patrulleros marítimos de la Armada como para alimentar de manera completa a la tropa movilizada.
El Foro Argentino de Defensa (FAD) sacó un comunicado rechazando abiertamente la publicación: “Este documento refleja la manera en que el kirchnerismo ha gestionado la Defensa Nacional, convirtiendo un documento de alcance internacional en un panfleto ideológico plagado de engaños, medias verdades y errores groseros”, sostuvo el presidente del FAD Santiago Lucero Torres, que en los cuatro años de la gestión de Mauricio Macri fue el responsable de Planificación y Política Industrial de la Defensa.
“Desde la introducción con la firma del ministro Taiana y en cada capítulo del documento, sobresale la carga ideológica o el engaño, convirtiendo lo que debería ser una publicación informativa en una herramienta de desinformación a nuestra propia ciudadanía”, indicó y ejemplificó que el material documentado es obsoleto, o había sido des programado en administraciones anteriores. También que hay otros que no están operativos, como los aviones Super Étendard que se mencionan y que para este Libro -los anteriores fueron publicados en 2010 y en 2015- son supuestamente parte de la “capacidad de disuasión” de la Argentina.
Para el caso, los aviones comprados en 2018 nunca volaron, no están en capacidad de hacerlo porque nunca consiguieron elementos centrales como los asientos, y este mismo año, Taiana los consideró pasados a retiro. Sus declaraciones que luego debió matizar su equipo.
Este martes, el sitio de Zona Militar, daba por cierto de que la falta de pago de la primer cuota a Noruega demoraba la incorporación de los nuevos P-3 Orion de la Armada Argentina, que acaban de ser presentados como adquisiciones estrella.
Más críticas
Santiago Rivas, director de la revista Pucará Defensa consideró esta última edición del Libro Blanco es poco seria. “Tiene demasiados errores y pretende mostrar que hubo gestión y lo que se termina viendo al analizar el libro a fondo es que hubo una gestión muy pobre”.
Rivas escribió en Pucará -una de las revistas especializadas en temas militares del país- un artículo en el que manifiesta su desconfianza por la llegada de Petri al ministerio. Pero le pega más duro al libro que acaba de publicar Taiana. Hizo “refrito del libro de 2015” agregándole novedades como la creación del Fondef, afirma. “Meten como programas del Fondef hasta compras que se hicieron durante la gestión de Macri”, dice.
Vale una enumeración observada por este diario: En el cuadro de incorporación y desprogramación de material, desde 2015 en adelante no sale nada de la Fuerza Aérea y la Armada Argentina. Se estima que quienes escribieron el libro tomaron el cuadro de 2015 y solo actualizaron la parte del Ejército. El resto lo dejaron como estaba.
Otros analistas consultados resaltan que en la lista de equipos, por ejemplo, la cantidad del TAM (Tanque Argentino Moderno) es la que se incorporó en los años 80. Hoy no hay mucho más de 100 operativos. Los Panhard AML-90 están dados de baja y los incluyen. Igual los Mowag. No queda ninguno operativo. O si quedan, hay unos muy pocos. Todos son un haber virtuoso para el Libro Blanco de Taiana.
Los ejemplos son tan numerosos que cuando habla Taiana de un “despliegue territorial de las Fuerzas, con una visión estratégica” hacia la Antártida y el Atlántico Sur habla de la instalación de una Guarnición Militar Conjunta en Tolhuin, con presencia del Ejército en Tierra del Fuego, que en construcción
Lucero Torres se queja de otro aspecto representativo de lo que él llama “el daño de Taiana y su equipo” a la Defensa Nacional. Y refiere a que hay tres capítulos, dedicando en 14 páginas “a imponer una visión sesgada de los Derechos Humanos y la Perspectiva de Género”, mientras relega a un tercer plano, con menos de 3 páginas, aspectos esenciales como la Ciberdefensa.
Natasha Niebieskikwiat
Publicado en www.notiar.com.ar