El conflicto salarial entre el Gobierno y la Policía llegó a su fin. La propuesta oficial de $ 1.950 de sueldo básico para los agentes fue aceptada por los uniformados autoconvocados, que desde el martes reclamaban un aumento salarial. Además, se firmó el pase a planta permanente de todo el personal contratado y una cláusula que compromete a las autoridades de la fuerza a no tomar represalias por la movilización. Tras la firma, los manifestantes levantaron la protesta en la entrada de la Jefatura, en Italia al 2.500.
A la salida del encuentro, el ministro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera, informó que en las próximas horas se normalizará el servicio de vigilancia en toda la provincia y retornará la atención al público en las comisarías que se plegaron al reclamo. "Todos estamos conformes porque la cifra acordada permitirá que mejoren su situación salarial todos los activos y pasivos", dijo. De la negociación, que comenzó a las 10, también participó el ministro de Economía, Jorge Jiménez, y una comisión de uniformados.
El conflicto salarial que impulsaron los policías comenzó el martes con un corte en la entrada de la Jefatura. Allí, los uniformados quemaron gomas para reclamar que el sueldo básico se incrementara de $900 a $2.500. Ayer, las autoridades gubernamentales hicieron varias ofertas, pero los uniformados las rechazaron en forma unánime.
Lo que al inicio fue el reclamo de un centenar de agentes creció rápidamente durante la jornada de ayer. En comisarías de esta capital no se atendió al público y sólo se recibieron las denuncias de urgencia. También en el sur de la provincia, los uniformados de Concepción se contraron en la plaza de la ciudad en adhesión al reclamo y a la espera del resultado de la reunión.
Texto cortesía diario La Gaceta de Tucumán