República Argentina: 5:33:18pm

Por Matías Avramow publicado en www.lanacion.com.ar

El nombramiento de Antonio José Mauad a la cabeza de la institución científica generó polémica; qué puede pasar con el organismo

Antonio José Mauad, de 71 años, es un héroe de Malvinas. El año pasado fue galardonado con la Medalla Honor al Valor en Combate por su participación en aquella guerra, cuando formó parte del Escuadrón Canberra. Pero su camino se compone de mucho más. Todo vinculado al universo de la aviación y de la gestión pública: fue gerente del Instituto Nacional de Telecomunicaciones en los 90, edecán de Carlos Saúl Menem y pasó varias décadas en distintos puestos dentro de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Algo distinto es lo que sucedió la semana pasada, cuando fue nombrado como el nuevo director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), a través del decreto 1129/2024, firmado por el ministro de Defensa, Luis Petri. Desde este ministerio ven a “Surubí” Mauad —así lo conocen en la Fuerza Aérea por su destreza en el agua—, como el idóneo para “modernizar” y “hacer más eficiente” a esa institución; todo en línea con el “Plan Motosierra” del gobierno.

“Modernizar el SMN no es solo una decisión administrativa, es un paso fundamental hacia un Estado más eficiente y tecnológico —dijeron a LA NACION fuentes del Ministerio de Defensa—. Bajo el liderazgo del Presidente Javier Milei, este gobierno se ha comprometido a transformar las instituciones públicas para que respondan a las necesidades del presente y del futuro. La designación de Antonio José Mauad como nuevo director del Servicio Meteorológico Nacional encarna esa visión de modernización y excelencia”.

Y agregaron: “Mauad asume este rol con el desafío de potenciar al Servicio como un organismo moderno, equipado con tecnología de punta y preparado para anticipar y mitigar los impactos del cambio climático. Su perfil profesional y experiencia en la integración de sistemas complejos son la clave para llevar a la institución a un nuevo nivel de eficiencia operativa y relevancia estratégica”.

Tanto desde Defensa como varios meteorólogos y científicos de la atmósfera consultados por LA NACION hablaron de la necesidad de modernizar, pulir y mantener dicha institución entre las más avanzadas de la región, y por qué no, del mundo entero. No obstante, la designación de Mauad es señalada por los científicos como una decisión que los llevará en sentido contrario a los objetivos que parecen tener en común.

Y es que el piloto, militar, héroe y gran nadador carece de una aptitud que organismos como el Centro Argentino de Meteorólogos (CAM) ven fundamental: tener experiencia profesional en el rubro. Mauad no tiene formación específica en meteorología o ciencias de la atmósfera, aunque excompañeros de la Escuela de Aviación Militar en Córdoba —dónde inició su carrera— aseguran que, como parte de la instrucción, se estudian estos temas. Así lo describió uno de ellos en diálogo con LA NACION: “Vimos todo sobre meteorología, dentro de nuestro estudio. Es una materia preponderante. Él no es un especialista, sin embargo, sabe”.

Hoy mismo, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, Leonardo Zayat, emitió una carta de rechazo y reclamo dirigida al Ejecutivo nacional por la designación de Mauad. “No posee la formación requerida por la normativa vigente”, denuncia el comunicado, y añade que la designación de un militar retirado “es un retroceso significativo y pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos establecidos en la Ley Nacional 10131/45 para el Servicio Meteorológico Nacional”.

El debate por la idoneidad

Para los meteorólogos y científicos, no ser un especialista es más que suficiente para catalogarlo de “no idóneo”. Así lo refirió Carla Gulizia, la directora del CAM: “En un contexto altamente cambiante, con un mayor impacto de fenómenos extremos, se requiere de un Servicio Meteorológico Nacional con la disposición y las cualidades para atender y adaptarse a las demandas crecientes, y para poder desarrollar la capacidad para trasladar a las operaciones los permanentes avances del conocimiento en su área de competencia. Nos hace rememorar a los tiempos de intervención de la Fuerza Aérea”.

Se refiere a 1966, cuando Juan Carlos Onganía decidió otorgarles el control del Servicio. Fue la primera vez que la institución quedó a cargo de la Fuerza Aérea. En el repaso histórico, Gulizia dio cuenta que durante aquel período, el desarrollo que se produjo respondió a las necesidades de aquel sector militar y de la aviación en general. Pero para ella hay mucho más que eso.

“Allí desarrollan distintos servicios como el monitoreo de ceniza volcánica en la cordillera, generación de alertas meteorológicas, tendencias climáticas y medición del ozono. Esta institución también es asesora de Nación y provee de información a la Organización Meteorológica Mundial. Todo esto se hace bajo estándares internacionales que se tienen que mantener”, advirtió.

Y destacó que fue por años de presión científica y civil que en 2007 se removió a la Fuerza Aérea de dicha institución y por primera vez se designó a un civil como director: el doctor Héctor Ciappesoni.

El recambio se dio a partir del decreto 1432/2007 cuyo artículo cinco estipula que, como director del Servicio, podrá ser designada solo una persona que tenga una carrera universitaria vinculada a las ciencias de la atmósfera de cinco años de duración. LA NACION consultó al Ministerio de Defensa sobre este punto y respondieron que el veterano es “idóneo para el puesto”, aunque no hicieron comentarios sobre el artículo cinco de dicho decreto.

Según Gulizia, como otras fuentes consultadas, a partir del 2007 hubo un arduo proceso de modernización del Servicio que continúa hasta hoy. Para ella, la Argentina tiene grandes profesionales en el área y como ejemplo destaca a la doctora Celeste Saulo, exdirectora de la institución y hoy secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial. “Con ella se implementaron los sistemas de alerta temprana ante fenómenos meteorológicos extremos”, explicó Gulizia.

Retiros y contratos no renovados

La directora del CAM denunció que la llegada del nuevo director llega en un contexto de crisis del organismo. En marzo pasado, hubo 73 contratos no renovados, con 19 retiros voluntarios y 54 forzados. “Eso y el desincentivo del personal ha provocado que se pierda un montón de personas muy valiosas que estaban muy capacitadas”, dijo.

Por “desincentivo” Gulizia se refirió a los esquemas de contratación que hay en la administración pública desde que inició el nuevo gobierno. Varias de las designaciones son transitorias y con un plazo de 180 días hábiles, según explicó la directora del CAM, lo que según ella genera una incertidumbre a veces insostenible sobre este personal especializado.

Desde el Ministerio de Defensa afirmaron que el análisis de fenómenos atmosféricos y sistemas de alerta temprana están contemplados. También hablaron de optimizar los recursos públicos asignados. Desde este ministerio ven a Mauad como un líder que llevará la visión libertaria al Servicio y que su capacidad de gestión y técnica en la aeronáutica y en la Fuerza Aérea son necesarios para lograr a aquellos objetivos.

Por otro lado, y a pesar del discurso del gobierno Nacional, el cambio climático no parece ser un tema polémico para el Ministerio de Defensa, en particular cuando se habla de las funciones que desempeñará Mauad dentro de la institución meteorológica. Sostuvieron que, en conjunto con la designación, pretenden un equipamiento tecnológico “de punta, preparado para anticipar y mitigar” los impactos de dicho fenómeno.

Agregaron también que Mauad cumplirá con este puesto ad honórem. “Es un ejemplo más de servir a la Patria”, dijeron desde Defensa. Sin embargo, tanto para Gulizia como para otros científicos consultados por LA NACION, persiste el temor de lo que pueda venir de la profundización del ajuste que ya sufrieron en el Servicio, sumado a un representante no científico al frente del mismo.

Más Leídas