Los cuerpos de 237 héroes argentinos reposan en el emblemático Cementerio de Darwin. En un informe especial desde Malvinas, DEF te cuenta la historia de este camposanto y los detalles del Proyecto Humanitario Malvinas, que ha permitido identificar a 123 caídos que figuraban como “soldados argentinos solo conocidos por Dios”
El Cementerio de Darwin es el lugar en el que descansan con honor los héroes de Malvinas caídos en combate. El sitio recuerda el sacrificio de los valientes soldados argentinos que entregaron sus vidas en el conflicto bélico de 1982. Del total de 649 argentinos que cayeron en combate, 237 se encuentran enterrados allí.
La creación de este espacio fue un desafío. Nació del gesto humanitario de un granjero isleño, quien permitió la ubicación del cementerio en Darwin, fuera de la vista de los habitantes de Malvinas. El responsable de dar sepultura a los héroes argentinos fue el capitán británico Geoffrey Cardozo.
Al momento de inaugurarse el cementerio, habían quedado más de 100 cuerpos de soldados argentinos sin identificar, en cuyas lápidas figuraba la inscripción “Soldado argentino solo conocido por Dios”. Sus familias esperaron décadas para saber exactamente dónde estaban los restos de sus seres queridos.
El 14 de julio de 1999, a través de una declaración conjunta entre Argentina y el Reino Unido, se estableció que los familiares de los caídos se convirtieran en los responsables del mantenimiento del cementerio. El acuerdo permitió los viajes a los familiares de los caídos a las islas y la construcción de un monumento en su honor.
Una gesta humanitaria
El giro que cambiaría la historia se dio en 36 años después del conflicto, con el lanzamiento del Proyecto Humanitario Malvinas. Su origen tiene dos nombres propios: el ya mencionado Geoffrey Cardozo y el veterano de Malvinas argentino, Julio Aro.
Su gesta se dio en el marco de un acerado celebrado entre los gobiernos argentino y británico en diciembre de 2016. En ese contexto, el trabajo conjunto de estos antiguos rivales en el campo de batalla permitió la identificación de 123 caídos sepultados en Darwin.
En 2004, las cruces de madera fueron reemplazadas y se inauguró un cenotafio con los nombres de 649 héroes argentinos. El monumento fue diseñado por los arquitectos Mónica Cordero de Berraz y Carlos D’Aprile. Hoy, cada tumba está identificada con su nombre y apellido. Muchos familiares han podido, por primera vez, rendir homenaje a sus seres queridos.
El gesto busca perpetuar la memoria, reconociendo la valentía de nuestros héroes y brindando consuelo a sus familias.
Por Juan Ignacio Cánepa (enviado especial a Malvinas)
Publicado en www.infobae.com