República Argentina: 9:00:25am

Santiago Cafiero se está despidiendo de la titularidad de la cancillería argentina habiendo ejercido una gestión decepcionante, pero para que esa gestión resulte aun peor, ha salido a contradecir al presidente electo Javier Milei respecto del número de desaparecidos durante la represión a la guerrilla del último gobierno militar.

¿Creará este mediocre funcionario en lo que decía Goebbels respecto a repetir y repetir mentiras? Pareciera que sí. La cifra absolutamente probada de esa cantidad de desaparecidos es la que anuncia Milei y también Victoria Villarruel, es decir los 8753, cuyos nombres fueron publicados en el llamado Parque de la Memoria. Curioso es que quienes hablan de 30.000 desaparecidos fueron los que aportaron los datos para nombrar a todos los extraviados setentistas del Parque de la Memoria y les falten 21.247 nombres, es decir más de un 70% de la cifra que esgrimen.

Como bien se ha dicho, la mentira y más aún cuando se hace pública, oculta, deforma y deshonra la realidad. Es un modo más de maltrato. Instala como norma el vale todo, anuncia que no hay más reglas de juego y que se puede apelar a lo que fuere, habilitando así a la violencia. Frente a ello y para que la democracia y la república funcionen, la Justicia tiene que actuar analizando, juzgando y sancionando a la mentira pública, que es gestora de violencia y como tal, constituye una forma clara de delito.

Fiscales de la Justicia, ya no deben mirar más para el costado, la mentira pública está violentando la verdad, la justicia y la libertad, indispensables para que sea factible la democracia y la república liberal.

Bernardo M. Clément

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Publicado en www.lanacion.com.ar

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