Cientos de personas se reunieron ayer en la esquina de San Juan y Entre Ríos para conmemorar un nuevo aniversario del atentado perpetrado por la organización guerrillera Montoneros el 2 de julio de 1976 en el comedor de la ex Superintendencia de Seguridad Federal.
Allí exigieron el cambio de nombre de la estación de subte de la línea E “Entre Ríos-Rodolfo Walsh”, para que se pase a llamar “Entre Ríos-Víctimas el Terrorismo”.
Desde ese punto se trasladaron, bajo la consigna “El ideólogo y la masacre. Marcha contra la impunidad”, hasta el lugar donde explotó la bomba, en la calle Moreno 1431. Durante el recorrido se leyó un manifiesto en el cual se menció a cada una de las 23 personas asesinadas. Es el segundo año consecutivo que se realiza esta actividad.
HARTAZGO
“Esta marcha es un testimonio de nuestro hartazgo, pero al mismo tiempo un acto de esperanza: se ve un grupo de personas que aún se resiste a ser conquistadas”, expresó un pasaje del manifiesto. “Durante años, hemos visto cómo se ha manipulado la historia y se ha abandonado la verdad persiguiendo fines ajenos a los intereses de nuestra Nación”, agregó el escrito.
Las principales organizaciones que convocaron a la actividad fueron la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia; la Asociación Familiares y Amigos De Víctimas del Terrorismo de Argentina (AfaVitA), y el Centro de Estudios Cruz del Sur, entre otros. También estuvieron presentes el diputado nacional Ricardo López Murphy; la legisladora porteña Rebeca Fleitas; la senadora provincial Felicitas Beccar Varela, y los escritores Carlos Manfroni y Ceferino Reato.
El pedido del cambio de nombre en la estación de subte, que desde el año 2013 se llama “Entre Ríos-Rodolfo Walsh” a raíz de un proyecto impulsado por la portavoz presidencial Gabriela Cerruti cuando era legisladora, se hizo formal mediante una iniciativa presentada días atrás en la Legislatura porteña para que se denomine “Entre Ríos-Víctimas el Terrorismo”. Además, las asociaciones exigieron que “se remuevan del monumento erigido en el Parque de la Memoria todas las placas o referencias a autores de atentados y crímenes, y se agreguen los nombres de todas las inocentes víctimas del terrorismo”.
También solicitaron que “se restaure el principio básico de igualdad ante la ley y se ponga fin a los juicios de venganza contra los militares y civiles que, cumpliendo con su deber, combatieron a terroristas como el homenajeado Rodolfo Walsh. ¡Un Estado que homenajea terroristas es un Estado terrorista!”, sentenciaron con vehemencia.
La masacre en el comedor
El 2 de julio de 1976 Montoneros realizó el atentado terrorista doméstico más sangriento de la historia argentina. Ese día, un artefacto explosivo conocido como “bomba vietnamita” diseñado no sólo para estallar sino para producir la mayor cantidad de laceraciones, cortes y mutilaciones, estalló en la Superintendencia de Seguridad Federal (también conocida como Coordinación Federal) de la Policía Federal, en la ciudad de Buenos Aires, causando el derrumbe del techo del comedor en momentos en que el lugar se hallaba lleno de gente almorzando. Murieron 23 personas, incluyendo civiles que se encontraban de visita, y unas 110 resultaron heridas.
El artefacto explosivo, la “bomba vietnamita”, era del tipo Claymore, que constaba de entre cinco y siete kilos de trotyl y cargaba bolas o postas de acero que al detonar se dispararon como una metralla. El tipo de artefacto utilizado demostró la crueldad y el intento de matar o herir gravemente a la mayor cantidad de personas posible de forma indiscriminada.
Publicado en Diario La Prensa