República Argentina: 11:52:26pm

A raíz de una solicitada publicada en La Nación del 25/5/2023, referida a los 50 años de la disolución de la Cámara Federal Penal de la Nación, el diario Página 12, al día siguiente, dijo en una nota que “…quienes impulsaron la solicitada incurren en, al menos, olvidos.

El Camarón (como grosera y despectivamente lo llaman) entró en funciones en junio de 1971. El 17 de septiembre de ese año, secuestraron y desaparecieron a Luis Pujals, militante del PRT-ERP. Al año siguiente, mucha sangre enlutó a la Argentina: fue la sangre de los 16 militantes fusilados por la Marina en la base Almirante Zar de Trelew, que estaban a disposición del Camarón y que una semana antes habían logrado fugarse del penal de Rawson, pero no alcanzaron a subirse al avión para escapar a Chile”.

Esto es sencillamente falso de toda falsedad. Lo cierto es que, Enrique Pujals, efectivamente, uno de los fundadores del ERP, jamás pudo ser juzgado por esa Cámara Federal, dado que fue detenido con anterioridad a la creación de la misma, en virtud de una orden emanada de la Justicia Federal de San Martín. En cuanto a los hechos de Trelew, se trata de otra infamia, toda vez que jamás se ha responsabilizado de ello a la mentada Cámara, siendo investigados conforme a la justicia competente en esa época, según el sistema legal a la sazón vigente. En tal sentido, se debe recordar que, atento a que se sospechó que los detenidos habían intentado una fuga, se dio intervención al juez Eduardo Munilla Lacasa, quien, tal como correspondía, ordenó el inmediato traslado de los tres sobrevivientes, Camps, Haidar y Berger, al Hospital Naval de Bahía Blanca para su mejor atención. Por supuesto que los tres se recuperaron totalmente y, cuando ya estaban en condiciones de hacerlo, se les recibió declaración indagatoria. Luego de ello y completada la prueba, el juez Munilla Lacasa los sobreseyó. Esa es la verdad histórica y no otra. Pero, claro, no cuentan tampoco sobre los homicidios y atentados que sufrieron los integrantes de ese tribunal, durante cuya vigencia no existió un solo desaparecido.

La verdad de a poco irá caminando como un hilillo de agua buscando su salida, lenta pero segura, hasta que se filtre y quede en toda su pureza. Mientras tanto y con enorme pesar lo digo, los presos siguen muriendo en las cárceles sin piedad alguna a pesar de sus años.

 

Francisco García Santillán

DNI 10.661.522

Publicado en La Nación

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