El gran revuelo que causó la reacción del ministro de Defensa sobre los dichos del general Soloaga en el aniversario del Día del Arma de Caballería logró que la atención se centre en el mensajero y se ignore a los destinatarios del mensaje.
Al igual que el año anterior, el general veterano y condecorado por Malvinas envió un mensaje de cristiana misericordia a sus camaradas de Caballería presos y a sus familiares, pero hay presos de todas las armas, fuerzas y hasta civiles que bien pudieron ser destinatarios de ese mismo mensaje. Según datos de la Unión de Promociones, ya son más de 780 los fallecidos en estas condiciones y 115 los que aún permanecen detenidos en establecimientos penales, sobre los más de 2600 que fueron juzgados con un régimen especial que solo se les aplica a ellos. Estos hombres invisibles a los ojos de la opinión pública e ignorados por sus compatriotas no solo merecen que se los recuerde en el día del arma; como argentinos merecen que se les aplique el concepto del debido proceso que establece el artículo 18 de nuestra Constitución.
Cnl. (R.) Marcelo Liendo
DNI 12. 892.150
Publicada en La Nación