República Argentina: 11:21:10pm

El Estado Mayor de la Armada, argumentando instrucciones precisas del Ministerio de Defensa, reiteró su rechazo a la inclusión en el pliego de ascensos al grado inmediato superior, del Capitán de Fragata Marcelo O. Toulemonde, bajo el cargo de “no controlar a su esposa” luego que la mujer, en un acto realizado en el 2007 al que asistió la presidenta Cristina Fernández, exaltó la memoria del asesinado coronel Argentino del Valle Larrabure, revelaron allegados al marino.

La decisión implica el fin de la carrera militar del mencionado oficial en el marco de un engorroso procedimiento de idas y vueltas que lleva ya casi cuatro años. El incidente tuvo su génesis el 20 de diciembre de 2007 durante la ceremonia de egreso conjunta de los cadetes de las tres Fuerzas Armadas en el Colegio Militar de la Nación.

Allí, al dirigirse a los flamantes subtenientes, guardiamarinas y alféreces, la Jefa del Estado tuvo duros conceptos contra la comunidad militar y exhortó a los nuevos oficiales a no “disparar nunca más las armas contra su pueblo”.

 


Las palabras de la mandataria, en un contexto cargado de animosidad, dejaron perpleja a la concurrencia, pero la esposa del Capital Toulemonde, Mónica Liberatori, no pudo contenerse y expresó a viva voz: ¿Y Larraboure? en alusión al militar secuestrado durante un año por la guerrilla y asesinado cruelmente un año después, en agosto de 1975, en plena vigencia del regimen constitucional de María Estela Martínez de Perón.

 La señora Liberatori fue identificada por agentes de la inteligencia gubernamental (se descuenta que necesariamente debió haber habido un informe del Servicio de Inteligencia Naval) y los antecedentes girados de inmediato a los superiores de su marido quienes dejaron sin efecto su promoción de ascenso.

Una gestión de la señora Liberatori ante el Instituto Nacional Contra la Discriminación (INADI), solo recibió respuestas evasivas tras un largo y maratónico expediente, según declaró la afectada.

Finalmente  en los últimos días, tras tres años y medio de arduas tramitaciones, marchas y contramarchas, el Estado Mayor decidió el fin de la carrera del militar. Esto provocó una descompensación emocional en el marino quien debió ser hospitalizado en Mar del Plata, pero ya fue dado de alta y está en su domicilio, según lo confirmó su propia esposa.

(todos los detalles en la edición impresa de Julio)

 


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