Con una casi unánime adhesión por parte de los jueces del fuero federal, la doctrina sentada por la mayoría de la Corte Suprema de Justicia en la era kirchnerista, a través de los fallos “Arancibia Clavel”, “Simón” y “Mazzeo”, fija que los delitos cometidos por las fuerzas estatales en los enfrentamientos armados de los años 70 resultan de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptibles e imperdonables.