El juez federal de Rosario, Marcelo Martín Bailaque, admitió en las últimas horas una solicitud de familiares de policías muertos durante un atentado terrorista perpetrado por la organización guerrillera Montoneros, el 12 de septiembre de 1976, en lo que de hecho implica negar la prescripción de ese episodio y abre las puertas a un nuevo y largo camino judicial que puede terminar en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El magistrado, a cargo del juzgado federal número 4, secretaría número 1 del doctor Gonzalo López Quintana, consideró procedente la presentación de la familia de uno de los nueve policías asesinados en ese ataque, Domingo H. Alfonso. En la acción también perecieron dos civiles.
La querella consideró como imprescriptible ese criminal atentado y pidió que, por sus brutales características se lo encuadre como un delito de "lesa humanidad" (agravio a la humanidad). El 12 de septiembre de 1976 Montoneros hizo estallar un coche bomba al paso de un el colectivo policial, cuando éste regresaba de la cancha de Rosario Central transportando a personal que había prestado servicio de seguridad en un partido de fútbol.