Los jefes de la Gendarmería Nacional y Prefectura Naval, comandante General Héctor Bernabé Schenone y el prefecto general Oscar Adolfo Arce, respectivamente, presentaron su renuncia a sus cargos al verse sobrepasados en su capacidad de mando por las masivas protestas en sus instituciones. La agencia oficial de noticias Télam dejó abierta una posibilidad de permanencia al señalar que ambos altos oficiales habían “puesto a disposición” sus dimisiones a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, pero en medios castrenses se consideraba insostenible la situación de ambos.
Las dimisiones abren también la posibilidad de otros relevos en los mandos superiores. Será en definitiva la Presidenta de la Nación la que tendrá que determinar que oficial superior, en cada fuerza, asumirá la conducción.
También era muy delicada la situación del Jefe de la Armada, almirante Paz, ya que fue abucheado y silbado por una parte de la suboficialidad, un hecho inédito en el historial naval.
Los protestantes que se manifestaban esta tarde frente al edificio Centinela, del barrio de Retiro, manifestaron al canal América 24 que la decisión de los jefes de abandonar el cargo "mejoraría la situación".