El principal e inmediato desafío del flamante ministro de Defensa, Agustín Rossi, será el de hacer volar al menos dos de los cuatro Hércules C-130 que todavía quedan en la desfalleciente Fuerza Aérea Argentina, si es que no se quiere condenar al congelamiento a los atribulados miembros de la Base Marambio. Así lo detalla un informe que hizo el domingo (2 de junio 2013) el diario La Nación que pinta un panorama desolador de lo que alguna vez fue la aviación militar más poderosa y desarrollada de América latina.
El artículo de La Nación, es el siguiente:
Serán necesarios cinco vuelos mensuales para completar el abastecimiento de combustible a las bases de la Antártida. Y hay dudas de que pueda lograrse, debido a las fallas frecuentes que presentan las cuatro aeronaves C-130H, las únicas de las Fuerzas Armadas capaces de realizar el vuelo y aterrizar en la pista de 800 metros de largo en la Base Marambio.
Se trata de uno de los principales desafíos que la gestión del nuevo ministro de Defensa, Agustín Rossi, hereda de Arturo Puricelli, que mañana (por el lunes 3 junio) pasará a conducir la cartera de Seguridad.