La Armada admitió oficialmente en la noche del miércoles (22 nov 2017) la existencia de una "anomalía hidroacústica" que se habría producido a 30 millas al norte del lugar donde el submarino San Juan emitió su ultima ubicación antes de desaparecer el pasado miércoles 17. El interrogante es por qué, si como se aseguró se había "barrido" toda el área, recién una semana después la búsqueda vuelve a concentrarse en el lugar inicial de la emergencia.