Ferrostaal, proveedora de servicios industriales, con oficinas en la ciudad alemana de Essen, brindó a la agencia DPA la información, a 28 días del último contacto del submarino, con una dotación de 44 tripulantes, cuya búsqueda sigue en aguas del Atlántico Sur.
Ferrostaal firmó en 2005 un contrato con la Armada para proveer partes y servicio técnico en la reparación de media vida que se le realizó al sumergible entre 2007 y 2014.
El proveedor y socio contractual de la Armada fue la empresa alemana Hawker GmbH, que ya había sido la proveedora de las baterías durante la construcción del submarino, en 1983, en Alemania, en los astilleros de Thyssen.
"Para ahorrar costos, a pedido de la Armada no se realizó un cambio completo de las baterías, sino sólo un cambio de las celdas de las baterías. El recambio, según nuestras informaciones, fue realizado por la Armada argentina en el astillero Tandanor", indicó Ferrostaal.
La compañía señaló que sólo conoció las versiones sobre supuestos actos de corrupción y problemas de calidad de los componentes de baterías provenientes de Alemania a través informaciones difundidas por medios argentinos, después de la desaparición del submarino.
"Ferrostaal GmbH no tiene indicios de irregularidades en relación con la conclusión, adjudicación y ejecución de la orden de entrega. Tampoco tenemos pruebas de que Hawker GmbH haya entregado componentes de menor calidad en virtud de este contrato, cuando trabajó en la construcción del navío", subrayó la compañía.