El arresto a ocho generales del Ejército por visitar en la cárcel de Coraceros el viernes 10 de junio al coronel retirado Tranquilino Machado, procesado por el homicidio del militante comunista Ramón Peré en julio de 1973, sumó tensión a la relación de mando interno del comandante Jorge Rosales (foto) con sus subordinados.
Montevideo (Texto gentileza diario Ultimas Noticias) La sanción a la mitad de los generales, consumada a instancias del jefe del Ejército en coordinación con el ministro de Defensa y el presidente de la República, descolocó a los mandos y aportó un precedente más al delicado vínculo que ya cuenta con varios episodios, relataron a Ultimas Noticias diversas fuentes castrenses. El hecho se consumó, además, a pocos meses del relevo de Rosales -previsto para octubre- para el cual se perfila el general Daniel Castellá, comandante de la División Ejército I, uno de los ocho castigados.
La versión de los involucrados sobre la visita al coronel preso dista de forma sustancial con la visión del gobierno y de Rosales. Mientras los generales aseguran haber asistido de forma espontánea y con el objetivo de ofrecer solidaridad al "camarada" Machado, el comandante del Ejército interpretó la maniobra como una "acción corporativa" sin conocimiento de las autoridades.