Bajo el título “Pese a la amenaza oficial, las Fuerzas de Seguridad harán una protesta”, el diario La Nación da cuenta este lunes (04 marzo 2013) de las concentraciones autoconvocados para el martes 5 en todo el país, por uniformados para protestar por su condición laboral y salarial, desafiando las advertencias de sanciones cursadas por sus superiores, vía comunicación escrita o radiograma.
Si bien el rotativo alude específicamente a potenciales focos de protesta en los ámbitos de Gendarmería y Prefectura, distintas comunicaciones dirigidas a TIEMPO MILITAR mostraron también la adhesión de militares, básicamente retirados, como por ejemplo una concentración prevista frente a la iglesia de la Guarnición Aérea Córdoba.
El texto del artículo es el siguiente:
Con sendos radiogramas que circularon en distintas guarniciones para advertir sobre posibles sanciones ante actos de indisciplina, las autoridades de la Gendarmería y de la Prefectura Naval intentan neutralizar los alcances de la protesta que efectivos de ambas fuerzas de seguridad realizarán mañana, en reclamo de mejoras salariales.
"Los gendarmes no debemos apartarnos de tres valores básicos que siempre nos distinguieron: la disciplina, la ley y el orden", se advirtió en el texto distribuido por la Dirección Nacional de Gendarmería, que conduce el comandante general Enrique Alberto Zach, y que está destinado a evitar que se repitan las protestas de octubre último , cuando gendarmes y prefectos llevaron sus reclamos salariales a la calle.
Los agentes que impulsan los reclamos tienen la expectativa de contar con el acompañamiento de suboficiales militares, como ocurrió en octubre con los reclamos que protagonizaron efectivos de la Armada en el Edificio Libertad.
Según fuentes de las fuerzas de seguridad, persisten las desigualdades en los distintos rangos. Mientras un oficial superior con 38 años de servicio recibió en octubre un aumento del 42% y cobra $ 37.000, la mejora para un suboficial subalterno, con 12 años de antigüedad, no superó el 5% y percibe menos de $ 5000.
"Intentan amedrentarnos con los radiogramas, pero seguimos exigiendo el blanqueo salarial y mejores condiciones de trabajo", dijo a LA NACION el gendarme retirado Raúl Maza, que fue relevado del servicio activo por encabezar las protestas anteriores.
También la Prefectura, mediante un radiograma suscripto por el prefecto general Luis Alberto Heiler, comunicó: "Se considerará falta grave el efectuar peticiones de manera colectiva o tumultuosa o hacerlo intentando ocultar la propia identidad mediante la utilización de máscaras o pañuelos [...] en cualquier dependencia institucional, ya sea vistiendo uniforme o ropas de civil".
Pese al retiro forzoso, el gendarme Maza impulsa la protesta para insistir mañana en el reclamo salarial en el Ministerio de Seguridad. Con el fin de captar adhesiones entre los militares, principalmente retirados, la convocatoria se extendió por las redes sociales y cadenas de mails a la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército, que llaman a una concentración frente al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, ubicado en el mismo edificio del Ministerio de Defensa.
Dificultades
Fuentes castrenses estimaron difícil que la protesta repercuta en el personal en actividad, aunque no olvidan que los suboficiales navales se hicieron sentir en octubre pasado en las puertas del Edificio Libertad, sede de la Armada, cuando fue reprobado con silbidos el entonces subjefe y actual jefe de la fuerza, almirante Daniel Alberto Martin.
En ese contexto, la Unión del Personal Militar, una asociación civil constituida por efectivos de las tres fuerzas, enviaron al ministro de Defensa, Arturo Puricelli, un reclamo por escrito para exigir la normalización salarial, ya que los "haberes no tienen incremento desde hace un año y cinco meses".
Detallan que "no se ha cumplido ni siquiera con el anuncio de aumento realizado por la presidenta de la Nación en la última Cena de Camaradería [en julio de 2012], afectando de esta manera la credibilidad de estas comunicaciones", señala el texto firmado por el titular de la entidad civil, el coronel retirado Francisco Ricardo Verna.
En esa ocasión, la Presidenta anunció un aumento equivalente al que recibió el personal civil de las fuerzas, que ascendió al 21 por ciento. En el caso de los militares, sin embargo, nunca se aplicó. A ello se suman las "graves irregularidades que presenta el decreto 1305/2012", advierte la institución. Al igual que sucedió con el decreto 1307, referido a la Prefectura y a la Gendarmería, la norma 1305 eliminó los suplementos salariales que percibían los efectivos de las Fuerzas Armadas.
Las protestas de octubre llevaron a suspender la aplicación de ambas normas, a lo que recientemente se sumó, según denunciaron fuentes castrenses, la quita de sumas que muchos efectivos percibían a raíz de sentencias judiciales. Según Maza, los que cobraban $ 5500 por los amparos redujeron sus ingresos a la mitad.
El reclamo por las reducciones salariales se da en un contexto de creciente preocupación por distintos episodios que reflejan un alto grado de deterioro en el mantenimiento y el material de las Fuerzas Armadas.
A la rotura de la corbeta Espora, cuando participaba hace cuatro meses de una operación militar en Sudáfrica, le sucedieron el hundimiento del destructor Santísima Trinidad en la base naval de Puerto Belgrano, la avería en el motor del buque Canal Beagle y la caída de un avión de la Fuerza Aérea en Santiago del Estero..