Carta de lectores publicada en www.lanacion.com.ar
El reciente habeas corpus interpuesto en favor de ancianos detenidos en cárceles a los cuales no se les reconocen los derechos constitucionales básicos y otros que protegen específicamente a la ancianidad mostró un panorama desolador: hay casi dos centenares de personas que van de los 68 a los 86 años en esas condiciones, todos ellos acusados por hechos de la lucha contra el terrorismo de los años 70.
Todos tienen gravísimas afecciones, cánceres de todo tipo, cardiopatías, incontinencia, demencia senil, bolsas de colostomía. Lo más estremecedor fue el relato de las decenas de muertes de militares, gendarmes y policías ocurridas en prisión relatadas por algunos que además son sobrevivientes de ataques al corazón o ACV salvados de la muerte por sus compañeros de celda. Ancianos que se caen y golpean, con Parkinson, operados y regresados a prisión con 32 kilos de peso. Soportan diez o quince años de prisión preventiva porque las organizaciones y fiscales nucleados en una Procuraduría especial, cuando se termina una causa, inmediatamente les inician otra con nuevas víctimas para que nadie llegue a los beneficios que la ley les da a los condenados. Este sistema de persecución sin fin y exterminio de hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, gendarmes, prefectos y policías privados de sus derechos, se instrumentó con fines ideológicos específicos a partir de la administración de los Kirchner hace veinte años, y desde entonces se hace a la vista de todos. Para vergüenza de la democracia argentina.
Ricardo Saint Jean
DNI 10.924.885