Ignacio Torres, Rolando Figueroa, Alberto Weretilneck, Claudio Vidal y Gustavo Melella firmaron un comunicado que alerta sobre las consecuencias en materia laboral y económica
La ley ómnibus plantea el fin de la Zona Económica Exclusiva en el Mar Argentino.
Cinco gobernadores del sur argentino se expresaron este martes en contra de las modificaciones que plantea la “Ley Ómnibus” - que el Gobierno nacional envió recientemente al Congreso - que, según denuncian, afectan de manera negativa a la actividad pesquera. “Afectaría considerablemente a la industria nacional en términos laborales y económicos”, expresaron en un comunicado.
El gobernador del Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, y sus pares de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Santa Cruz, Claudio Vidal; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; y de Neuquén, Rolando Figueroa, coincidieron en tres ejes principales que “afectarían gravemente la economía nacional y el desarrollo de la actividad pesquera, abriendo el acceso del Mar Argentino a buques extranjeros: la modificatoria en la obligatoriedad de descarga en los puertos argentinos; la competencia desigual en los cupos de captura; y, finalmente, la eliminación de la obligatoriedad de contratar personal de nacionalidad argentina”.
Según detallaron, el artículo 25° del Régimen Federal de Pesca de la Ley 24.922 “obliga a descargar toda la pesca de los barcos que tengan licencia argentina en puertos de nuestro país, con el claro fundamento de generar empleo directa e indirectamente en el suelo argentino”.
“Hoy por hoy hay miles de personas que trabajan en torno a la actividad, como estibadores y personal de logística, pero con la derogación de dicho artículo nuestros recursos se podrían descargar fuera del país, lo que afectaría considerablemente a la industria nacional en términos laborales y económicos”, explicaron los mandatarios provinciales en el comunicado.
El segundo aspecto que preocupa a los gobernadores patagónicos tiene que ver con el artículo 27° del Régimen de Pesca, según el cual para acceder a los distintos cupos de especies se tenía en consideración el historial de capturas de los últimos 10 años de una empresa, su capacidad de inversión y el empleo que habían generado de manera efectiva, entre otros aspectos.
“La modificación propuesta en la nueva ley indica que nada de todo esto tendría ya valor, sino que quedaría sujeto únicamente a una licitación pública entre empresas argentinas y extranjeras, dando lugar así a una competencia absolutamente desigual”, advirtieron los mandatarios.
Por último, el artículo 40° de la Ley 24.922 establecía que el 75% del personal embarcado debía ser de nacionalidad argentina, con diez años de residencia en el país.
“A partir de ahora, eso no sería obligatorio, teniendo las empresas la posibilidad de contratar personal extranjero, quienes no estarían alcanzados por los convenios colectivos de trabajo que rigen la actividad hace más de 30 años, y esto afectaría fuertemente el sistema de empleo de la región”, agregaron los gobernadores.
Los gobernadores señalaron además que la reforma pretendida sobre el artículo 9 de la Ley Federal de Pesca “provoca una pérdida de representatividad de las provincias en las decisiones pesqueras”.
Además, remarcaron también “la importancia de apoyar una industria pesquera que otorgue valor agregado a las exportaciones, generando empleo local, y dinamizando la economía a través de constantes inversiones destinadas a mejorar la eficiencia y la calidad del sector”.
En ese sentido, señalaron que “las medidas anteriormente señaladas, aunadas a la suba de retenciones, generarían un efecto destructivo sobre todo el complejo pesquero”, teniendo así como resultado “una menor recaudación por parte del Estado Nacional, como consecuencia de la imposibilidad de exportar determinados productos que terminarían resultando antieconómicos”.
Por último, los gobernadores plantearon que: “en caso de llevarse adelante las reformas planteadas, vamos a tener consecuencias devastadoras para la totalidad de la industria pesquera de las provincias patagónicas, con los serios perjuicios que esto acarrearía para el empleo nacional y la sostenibilidad de los recursos, debilitando asimismo la soberanía económica”.
Al rechazo se sumó el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, quien expresó: “Lo que me pareció malo es lo que tiene que ver con la pesca. Básicamente nos genera destrucción de puestos de trabajo en Mar del Plata. Eso no quiere decir ir en contra de la libre competencia, sino en generar una competencia donde se vea cuáles son las necesidades que tiene cada una de las regiones, y para nosotros lo que tiene que ver con el trabajo en la ciudad y en el puerto es importante”.
“Yo creo que ahí hay que tener mucha claridad para decir qué es lo mejor para el sector y no sólo para algunos sectores, sino que en definitiva la pesca sea algo que no tenga que ver únicamente con los extranjeros, los argentinos, los de Mar del Plata o los de Rawson. La pesca es un beneficio y voy a cuidar todo lo que sea importante para los marplatenses”, concluyó.
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