Fue un fracaso. Apenas 500 militares uruguayos aceptaron sumarse a la Policía; el Ministerio del Interior abrió 1.500 vacantes para soldados pero las llenó con civiles. Ofrecía duplicar el sueldo. Los que entraron terminaron en Bomberos y la Guardia Republicana (policía antidisturbios), según un informe del diario montevideano El País.
"Tiene connotaciones diferentes ser soldado en cualquiera de las unidades militares que policía en el barrio Borro", afirmó el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, en el desayuno de trabajo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). De esa forma, el funcionario confirmó que fracasó el plan de incorporación de militares a los cuerpos policiales.
Al respecto, señaló que Interior había reservado 1500 vacantes para efectivos provenientes del Ministerio de Defensa (MDN) y se presentaron menos de 500. "Tuvimos problemas, no todos los integrantes del MDN quisieron optar por esta oportunidad, más allá de que tenía algunos beneficios como mejores salarios", dijo.
Un soldado del Ejército y la Fuerza Aérea o un marinero de la Armada ganan $ 8.354 (unos 3.000 pesos argentinos) nominales, mientras un agente de primera de la Policía cobra $ 17.200 (aproximadamente 6.000), según sueldos actualizados al 1° de enero de 2011.
Vázquez agregó que por "las características" de los soldados, la mayoría de ellos fueron para la Guardia Republicana y Bomberos. Además, dijo que mantuvieron las vacantes por "un tiempo pero no hubo suerte y tuvimos que cubrir los cargos con civiles", relató El País.
Las diferencias profesionales entre policías y soldados incidieron en la falta de interés en sumarse a las fuerzas del orden, evaluó Vázquez ante un auditorio de empresarios y figuras del ambiente político.
"El objetivo de los soldados es abatir al enemigo. Nosotros no tenemos enemigos, tenemos ciudadanos que cometen delitos y tenemos que hacer el mayor de los esfuerzos para reintegrarlos de la mejor manera a la sociedad", remarcó.
Desde el principio, la idea de incorporar soldados no cayó bien en la Policía. De hecho, las jerarquías preferían bajar los requisitos (primaria completa y no tener antecedentes) que incluir efectivos militares.
Por su parte, Álvaro Garcé, Comisionado Parlamentario para el sistema carcelario, rechazó la eventual participación de los militares en la conducción del sistema penitenciario.
"El Ejército debe llegar hasta el perímetro y la puerta de las cárceles, nunca adentro. Con este tipo de cárceles y el perfil de los reclusos podría llegar a ser un desastre la intervención del Ejército dentro de los establecimientos", aseveró Garcé.
El funcionario también rechazó la presencia de los militares en el patrullaje preventivo. Garcé aseveró que la presencia de las Fuerzas Armadas se explica cuando se ha perdido el control de sectores clave para la seguridad nacional, cómo cárceles o barrios enteros.
Se mostró partidario de un sistema mixto de gestión carcelaria en el que los privados participen de tareas como limpieza o alimentación.